Hay
personas muy intuitivas y con la facultad de interpretar los sueños proféticos.
Y según una creencia popular, ya obsoleta, esas personas podían tener seis
dedos en una mano o un pie.
Por allá en la época del Renacimiento se unía esa anomalía anatómica
al hecho de tener un sexto sentido.
De hecho, el pintor Rafael pintó a San José con seis dedos en un pie,
en su cuadro Desposorios de la Virgen (1504).
También hizo lo mismo con el papa Sixto IV al
pintarlo junto a la virgen en su obra La Madona de San Sixto (1516).
Es
un dato curioso que recordamos solo para invitarte a darle importancia a la
intuición y las corazonadas.
Muchas mujeres suelen atribuirse un sexto
sentido que suele ser una
intuición más desarrollada.
Aquietarse,
interiorizar y escuchar el corazón es un medio estupendo para intuir o saber
qué nos dice Dios.
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