Amistad,
quizás sea eso!
Me considero como uno de tus mejores amigos y hasta pienso que la reciprocidad es verdadera por todo lo que has hecho, por lo que has llorado y sonreído por mí.
Pero, no
tengo derecho de exigir que confíes ciegamente en mí, no tengo derecho a
saberlo todo respecto de ti, a robar tu tiempo, interferir en tus caminos,
hacer chantaje a tu bondad, exigir que llores reclinado en mis hombros, que
corras en dirección a mí.
No tengo derecho de reclamar las verdades que no me
dijiste, ni las mentiras que proferiste, ni los secretos que ocultaste. Ser tu
amigo no me da derecho alguno sobre tu conciencia. Al contrario: ser tu amigo
implica única y exclusivamente querer tu bien, porque bien te quiero. Solamente
eso. Te llamaré la atención
respecto a ciertos peligros, estaré allá cuando te equivoques o aciertes;
estaré ansioso cuando experimentes algún dolor intenso; estaré inquieto cuando
sepa que vas bien; sonreiré con alegría cuando sepa que eres feliz. Para mí no
quiero nada.
Ni siquiera el consuelo de saber que soy o no tu
mejor amigo, lo que dices o no dices; si sientes o no sientes que soy la
persona mejor que ha pasado por tu vida.
Qué es lo
que espero y deseo? Lo que espero y deseo es que nunca te canses de mi amistad,
que jamás te enojes por saber que alguien se preocupa de ti, que nunca digas:
"allá viene otra vez esa tonta". Lo que espero y sueño es que, si un día necesitas un par
de oídos, busques los míos; si cualquier dolor te aflige tengas el valor,
sin miedo alguno, de encontrarme cansado, amargado o vacío, de llegarte a mí y decirme que necesitas de
alguien como yo, que no quieres nada fuera de tu paz interior.
Lo que realmente quiero es que entiendas que no te
quiero para mi sino tan solo para ti; no te quiero con exclusividad sino con
ternura fraterna y sincera; y que entiendas que, si fuera necesario, daría mi
vida por ti. Y si las
circunstancias lo exigieras, desaparecería de tu vida para que mi recuerdo o mi
presencia jamás te impidieran ser feliz.
No. No
necesito de ti, pero por ser tu amiga quiero aclararte que puedo vivir sin ti,
pero con tu amistad sé que crecería mucho más. Finalmente, quiero que sepas la mayor de las
razones por las cuales he sido tu amigo de todas las horas: Sin saber, me has
elevado muy alto, muy cerca de Dios, cuantas veces he mirado mis ojos y tus
ojos, he descubierto que de mí no quieres sino que sea una presencia amiga en
tus alegrías en tus lágrimas. Fue el día en que descubrí que me quieres
pero que no te hago falta, ni te agarras de mí como a una tabla de salvación;
fue aquel día en que sentí la victoria de ser amigo.
Todo lo que
quise y quiero es conquistarte para devolverte tu propia tranquilidad.
De ti sólo
deseo guardar un recuerdo: Las
muchas veces que vi cómo tenías a Dios dentro de tu rabia contenida y tu
corazón generoso y empapado en lágrimas. Tu me enseñaste mucho más de lo que
crees. Pienso que permaneciste libre a pesar de tanto que me has oído, y
sé que jamás me esclavizaste. Si eso no es amistad, entonces no soy tu amigo.
Si todo esos es amistad, de las más puras, entonces estamos en paz.
Creciste en Dios a tu modo y yo crecí a mi manera.
Tal vez eso sea amistad!
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