Si
tienes más de 21 años seguramente la citología te suena, pero en cuanto
investigas y descubres lo que es, huyes. Después, lo entendemos: todas tenemos
que hacerlo en algún momento y sabemos que al postergarlo alargamos nuestro
sufrimiento.
Lo
cierto es que la citología puede prevenir el cáncer si se detectan y tratan los
cambios en el cuello uterino. Y aunque sólo una de cada veinte mujeres
obtendrá un resultado anormal que muestre dichos cambios, y por más que algunos
de estos vuelven a la normalidad por sí solos, en algunas mujeres podrían
conducir a cáncer si no son tratados.
En otras palabras, ¡deja de posponerla! Podría evitar que
contraigas cáncer. ¿Y quién quiere cáncer? Nadie. Caso cerrado.
Claro, la mayoría de nosotras la posponemos porque en
realidad no sabemos ni para qué sirve. Así que compartiremos todo lo que
siempre has querido saber sobre la citología pero nunca te atreviste a
preguntar para que veas que, de hecho, realmente no es tan terrorífico como
parece.
1.
Primero lo primero: ¿qué es exactamente?
Durante la citología, tu ginecólogo está recolectando
células de tu cuello uterino con un pequeño cepillo cervical. Esas células
serán enviadas a un laboratorio para analizar cualquier anomalía que pueda
estar asociada con el Virus de Papiloma Humano o el cáncer de cuello uterino.
2.
¿Cuando es el mejor momento para realizarla?
El mejor momento para hacerse la citología es justo en
medio de tu ciclo menstrual; en otras palabras, a medio camino entre un período
y el siguiente. Esto permite que se obtenga la mejor muestra, lo que dará
resultados precisos.
3.
¿Cómo es la prueba?
Los instrumentos: el espéculo es aquel que parece un pico
de pato, el cepillo que se usa para extraer las células parece un cepillo de
pestañina extra largo, es decir, no hay artilugios terroríficos como
seguramente te los has imaginado.
Cuando inserten el espéculo: sentirás una leve presión,
tal vez una ligera punzada, pero la mayoría de las mujeres no sienten mayor
dolor. Te recomendamos que intentes relajarte haciendo respiraciones profundas
o haciendo que alguien te acompañe si eso te hace sentir más a gusto.
La recolección de células: puede que sientas el cepillo
dentro de ti, pero más allá de ser incómodo el procedimiento no tiene porqué
ser doloroso. La mayoría ni siquiera sienten el momento en que toman la
muestra.
Y es será todo. Terminará en menos de cinco minutos. Y
descubrirás que realmente no es una película de terror donde una enfermera
malvada está raspando tus entrañas
4.
La prueba únicamente analiza anomalías para detectar el cáncer, no las
enfermedades por transmisión sexual.
Eso sí, si deseas también puedes solicitarle a tu
ginecólogo que realice pruebas para las enfermedades o infecciones de
transmisión sexual, pues la citología no te lo dirá. Así que ten en cuenta que
haberla realizado no necesariamente asegura tu salud sexual. Consulta con tu
médico las pruebas recomendadas según tu edad y hábitos sexuales.
5.
Si tu médico no te llama luego de recibir los resultados, llámalo tú.
Cada consultorio médico tiene su propia forma de enviarte
los resultados de las pruebas, así que no asumas que no recibir una llamada sea
una buena noticia. Incluso si tu médico te dice que se comunicará contigo si
encuentran algo, llámalo, así estarás más tranquila.
6.
Recibiste un resultado anormal, ¿qué quiere decir esto?
No entres en pánico. Básicamente significa que la prueba
detectó algunas anormalidades que deberán confirmar con otro procedimiento.
Existen distintos niveles de anormalidades, así que no dudes en preguntarle a
tu médico qué encontraron exactamente para no tener miedo de lo desconocido.
El resultado menos grave dentro de lo anormal usualmente
son células atípicas de significado indeterminado. Esto significa que tus
células no se ven cien por ciento bien, pero tampoco se ven precancerosas,
explican los expertos. Los siguientes niveles de anormalidad serían displasia
leve, moderada o severa, es decir cambios celulares anormales que pueden
volverse cancerosos. Estos pueden tener un riesgo bajo, moderado o alto de
desarrollarse en cáncer, por eso deben ser tratados inmediatamente. ¡A esto la
importancia de realizarse la citología!
7.
Te llaman para que repitas la prueba a) entras en pánico b) vuelves a programar
la cita
La respuesta correcta es la ¡b! A veces, la muestra no
era ideal para las pruebas, y tienen que hacer otra. O es posible que algunos
otros factores hayan interferido con el resultado, como una infección o
irritación (por haber tenido relaciones sexuales recientemente, haber usado
lubricante o haber estado en tu período). Las pruebas no son perfectas, así que
trata de no saltar a una conclusión sin antes tener claro el panorama.
8.
Si el resultado es anormal seguramente te harán un examen de Virus del Papiloma
Humano (VPH).
Independientemente de tu edad, tu médico generalmente
realizará una prueba de VPH automáticamente al conseguir un resultado anormal
de la citología. Esto se debe a que estos cambios celulares anormales a menudo
están relacionados con el VPH, y eso es lo que puede provocar cáncer.
El VPH es increíblemente común (tanto que si has tenido
relaciones sexuales alguna vez, probablemente has estado expuesta) y, en la
mayoría de los casos, se desaparece por sí solo. Pero si la prueba muestra que
tienes un tipo de VPH de alto riesgo, es más probable que conduzca a
desarrollar cáncer de cuello uterino, por lo que querrán examinar más de cerca
las cosas.
Si la prueba muestra que tienes células anormales y VPH,
probablemente te hagan una colposcopia: un examen microscópico de tu cuello
uterino. Los resultados te dirán si necesitas cirugía o no, y recuerda, la
clave está en la detección temprana.
9.
¿Cada cuanto debes realizarla?
Probablemente estés acostumbrada a oír que debes
realizarte la citología cada año. Pero lo cierto es que las pautas han
cambiado.
No
necesitas realizarte una citología antes de los 21 años. (Sí, incluso si estás
sexualmente activa).
Si
tienes entre 21 y 29 años, debes hacerla cada 3 años.
Si tienes
entre 30 y 65 años, debes hacerla cada 3 años y una prueba de VPH cada 5 años.
Puede
dejar de hacerla después de los 65 años, eso sí, siempre y cuando no tengas
antecedentes de displasia moderada/grave o cáncer, o si has obtenido tres
resultados de citología normales o de VPH negativos de seguido en los últimos
cinco años.
PERO:
si tienes un resultado anormal, un historial de cáncer cervicouterino, VIH o un
sistema inmune debilitado, lo mejor es que te examines con más frecuencia.
Consulta con tu médico.
10.
Esto no quiere decir que te olvides de tus citas ginecológicas
Tu consulta anual con el ginecólogo sigue siendo un must,
pues te mantendrá al tanto de enfermedades o infecciones de transmisión sexual,
te ayudará a llevar el control de tu método de preferencia de anticonceptivos o
dado el caso resolverá tus preocupaciones sobre la fertilidad, ayudando a
mantener tu salud sexual y reproductiva. ¡Temas de suma importancia para las
mujeres!
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