Tiene casi veinte
años y ya está
cansado de soñar,
pero tras la
cementera está su hogar,
su mundo, su ciudad.
Piensa que la
alambrada sólo es
un trozo de metal,
algo que nunca puede
detener
sus ansias de volar.
Libre,
como el sol cuando
amanece,
yo soy libre como el
mar...
...como el ave que
escapó de su prisión
y puede, al fin,
volar...
...como el viento que recoge mi
lamento
y mi pesar,
camino sin cesar
detrás de la verdad
y sabré lo que es al
fin, la libertad.
Con su amor por montera se marchó
cantando una canción,
marchaba tan feliz
que escuchó
la voz que le llamó,
y tendido en el suelo se quedó
sonriendo y sin hablar,
sobre su pecho flores carmesí,
brotaban sin cesar...
Libre,
como el sol cuando
amanece,
yo soy libre como el
mar...
...como el ave que
escapó de su prisión
y puede, al fin,
volar...
...como el viento
que recoge mi lamento
y mi pesar,
camino sin cesar
detrás de la verdad
y sabré lo que es al
fin, la libertad.
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