Ganas paz si dedicas tiempo a la
observación de ti mismo, una observación constante, delicada, suelta, sin
artificios.
Una
observación que es
profunda si cierras tus ojos, aflojas tu cuerpo, respiras y te relajas bien.
Los
sabios siempre han valorado la atención consciente y el benéfico ejercicio de controlar y aquietar la
mente.
Busca
en internet información y guía sobre Mindfulness y aprende a ser el duelo de tu mente y de todo tu
ser.
Sé bien
consciente de que todo en
tu vida depende de tu actitud y de los hábitos que te liberan o te atan.
Es vital cortar los hábitos malsanos y potencias los positivos o
crear otros nuevos que te llevan a la mejor versión de ti mismo.
Pues
bien, pocos hábitos hay más benéficos que el de dedicar sin falta una media hora diaria a tu ser y
tu espíritu.
Un tiempo para nutrir tu alma con
meditación, relajación, conexión con Dios y con los ángeles. Eso pide disciplina y
dedicación y te regala paz
interior y felicidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios