como un farolito que puso mi Dios,
para que alumbrara las noches calladas
de este pueblo viejo de mi corazón.
Lunita consentida colgada del cielo
como un farolito que puso mi Dios,
para que alumbrara las noches calladas
de este pueblo viejo de mi corazón.
Pueblito de mis cuitas, de casas pequeñitas,
por tus calles tranquilas corrió mi juventud;
por ti aprendí a querer por la primera vez
y nunca me enseñaste lo que es la ingratitud.
Hoy que vuelvo a tus lares trayendo mis
cantares
y con el alma enferma de tanto padecer
quiero pueblito viejo morirme aquí, en tu
suelo,
bajo la luz del cielo que un día me vió nacer.
Hoy que vuelvo a tus lares trayendo mis
cantares
y con el alma enferma de tanto padecer
quiero pueblito viejo morirme aquí, en tu
suelo,
bajo la luz del cielo que un día me vió nacer.
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