Tu mente es un recipiente que tú mismo
llenas de agua cristalina o de aguas turbias y putrefactas.
No culpes a otros de tu suerte porque
solo tú eliges controlar tu mente o dejar que ella te maneje.
Cuando quieres cambias pensamientos de temor y duda por
pensamientos de fe y
seguridad.
Si
practicas con fe y constancia, notas pronto grandes progresos y todo en tu vida mejora, paso a
paso.
“Los ideales están en ti y los obstáculos para su
cumplimiento también están en ti”. Thomas Carlyle.
La
clave está en tomar consciencia de tu divinidad, sentir a Dios y aprovechar tu poder espiritual.
Ve más
allá de tu cuerpo y mira
lo que eres: un ser de amor y luz, un milagro, un ser fantástico.
Eres lo que piensas y lo que sientes,
toma el timón y sigue el rumbo que elijas. Si el amor te guía todo saldrá bien.
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