Así enseñaba Jesús de Nazareth:
Ustedes son la luz del mundo
con sus buenas acciones.
Antes de presentar a
Dios una ofrenda haz las
paces con tu hermano.
No juren.
Digan sí cuando es sí, y no cuando es no.
Sean misericordiosos como
es misericordioso el Padre celestial.
Que tu mano
izquierda no sepa lo que hace la derecha.
No hagas el bien para que te vean.
Cuando ores no hagas
un bombardeo de palabras.
El Padre ya sabe lo que necesitas.
Si ustedes no perdonan, no serán
perdonados.
No juntes tesoros en
la tierra, junta tesoros
en el cielo.
Entra por la puerta
angosta ya que ancha es la
puerta que conduce a la perdición.
Mi único mandamiento
es que se amen los unos a
los otros.
Basta que des un vaso de agua
fresca y eso tendrá
su recompensa.
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