Me gusta reírme de los agüeros y las
supersticiones y, cuando puedo, hago exactamente lo que prohíben.
Por
eso, si rifo algo, escribo
el 13 como ganador o saco el papel favorecido con la mano izquierda.
Sé que los agüeros son creencias
infundadas, limitan
y se convierten en bloqueos y ataduras. Inútiles.
Por eso
tu reto y el mío es
purificar la fe y centrarla en Dios y en el poder que nos ha regalado, no
en fruslerías.
Acaso llevas contigo un billete de
dólar convencido de que trae buena suerte y, al mismo tiempo, le tienes
fobia al número 13.
Lo que
no sabes es que ese
billete de dólar tiene nada menos que 8 asociaciones con el 13: Una
pirámide con 13 escalones, dos frases latinas con 13 letras, 13 estrellas sobre
la cabeza del águila, 13 cintas en el escudo, 13 flechas, 13 ramas de olivo y
los estados originales que eran 13. A propósito, ¿que harás ahora con tus dólares y con el 13?
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