«Nunca se puede obtener la paz en el mundo externo hasta que
hagamos la paz con nosotros mismos» -Dalai Lama-
A lo largo de la vida,
escuchamos con frecuencia que
la mejor etapa de la vida es cuando encuentras al amor y disfrutas de estar
enamorado. Sin embargo, tras esta afirmación tendemos a olvidar, que
para disfrutar de la compañía de otros, debemos aprender a ser felices con nosotros mismos.
La mayoría de las
personas, espera desesperadamente encontrar al amor de su vida, sin recordar que es necesario encontrar el
equilibrio interior para lograr sentirse pleno. Solo así, es posible
disfrutar el amor sin restricciones, culpas o inseguridades.
Es necesario aprender a priorizar la salud y el bienestar
personal, sobre las relaciones con el entorno. Después de todo, al obligarte a estar en una relación, sin estar
mental y físicamente preparados, te expones a relaciones efímeras que carecen
de beneficios.
Es precisamente por esta
razón, que muchas personas transcurren gran parte de su vida, de relación en
relación acumulando experiencias negativas y positivas.
Al buscar un amor
idealizado en otras personas, en realidad te encuentras persiguiendo el amor que debes aprender a brindarte a
ti mismo, como individuo. Solo así podrás alcanzar el equilibrio y el
bienestar que tu alma necesita, para aceptar plenamente a otros en tu vida.
La tranquilidad como base
para relaciones saludables.
Una vida tranquila, no significa renunciar a las emociones o
reprimir los sentimientos, al contrario, se trata de tener la capacidad de
establecer los límites. De esta
forma, como individuo
obtiene la habilidad de moderarse y así priorizar su paz interior.
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