Cuando
alguien te pregunte: ¿cómo estás?, no respondas negativamente.
Las palabras son un instrumento muy poderoso en la
transformación de uno mismo.
Responde
positivamente aunque no pases por un momento óptimo en tu vida.
Con bastante frecuencia nos vemos atrapados en la
negatividad y aquellos con quienes tratamos se deprimen a su vez, aunque no nos
demos cuenta.
Opta por hablar positivamente, y si bien nada cambia a tu
alrededor, tu optimismo crece y a nadie le tienes por qué explicar que tienes
problemas.
Rompe
ese círculo vicioso de negatividad que nos rodea.
Aprende frases nuevas para contestar el saludo como ¿Cómo
estás?:
“Muy
bien y mejorando”
“Soportando
el éxito”
“Muy
bien, mejor imposible”
“Excelente,
si esto se mejora mas se daña”.
“Super
bien y dispuesto a salir adelante con ganas y con energía”
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