Todos
en la vida experimentamos el desencanto o el desasosiego y también vislumbramos
alternativas radiantes.
A
veces nada nos llena, soñamos con algo mejor y sentimos el deseo de cambiar y
buscar una vida realmente rica en significado.
Son momentos especiales en los que puedes
darle un viraje a la existencia; no los desperdicies.
Lo más frecuente es dejarse atrapar de nuevo por una rutina asfixiante
y silenciar los interrogantes profundos.
Esos momentos inspiradores son un regalo y te llaman a un cambio radical y
a una vida más plena.
De
ahí que sea vital practicar el perdón a los otros y a ti
mismo, dejar los odios y soltar
las culpas.
Amas
cuando no sucumbes a los temores y dejas que la confianza
y la humildad sean tu faro y tu camino.
El
amor es tu alfa y tu omega, tu identidad y tu misión. Es
la única meta a la que debes aspirar.
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