El mundo de hoy exige moverse. Nada más agresivo contra
el cuerpo que la quietud a cualquier edad.
Piense
que es el mejor regalo para su cuerpo.
Entienda, el organismo es como un niño que aprende por
costumbres, así que, poco a poco, inicie rutinas que no lo maltraten como
evitar el uso del ascensor y del carro para hacer vueltas cortas y caminar un
poco más.
No
se mate. Tenga presente que 30 minutos diarios son suficientes. La
medida es que mientras realiza alguna actividad física pueda hablar con la
persona que tenga cerca, sin fatigarse.
Poco a poco. El ejercicio que mueva articulaciones es muy favorable. Eso quiere
decir que si camina, trota, nada, monta en bicicleta, baila, lo está haciendo
bien. Eso sí, recuerde que hacer oficio no es ejercicio.
Tranquilo. Para empezar, no necesita inscribirse en un
gimnasio, ni comprar indumentaria costosa ni tecnología sofisticada. Haga lo
que la naturaleza le enseñó: caminar más rápido, con ropa cómoda.
Por último, si ya se encariñó con el ejercicio, use pesas
livianas, trote un poco más, hidrátese
bien, cuidado con la dieta y vaya al médico.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios