Pocas cosas promueven tanto la salud
como el sueño reparador. No hay píldora que equilibre las hormonas del apetito,
refuerce la inmunidad, prevenga la hipertensión y la diabetes, y nos mantenga
rozagantes, todo lo cual son beneficios comprobados de dormir bien.
Y
aunque a menudo “recetamos” sueño a los pacientes, ellos suelen decirnos que no
duermen como quisieran, pese a que procuran acostarse a la hora debida. Estos
inesperados enemigos del sueño quizá expliquen por qué:
1. El dolor de tu pareja te impide
dormir
En
un reciente estudio, las parejas de un grupo de pacientes artríticos dijeron
que dormían mal en las noches en que éstos padecían más dolor. Las parejas más
unidas eran las más afectadas. Tu compañero puede probar remedios como
colocarse una almohada entre las rodillas para mitigar el dolor de espalda.
Como la ansiedad puede aumentar la percepción del dolor, tal vez ambos duerman
mejor después de realizar una actividad relajante, como un baño de agua tibia.
2. Necesitas Ejercicio
El
ejercicio ayuda a dormir mejor, pero sólo si somos constantes, indica un
estudio estadounidense. Un grupo que sufría insomnio e inició un régimen de
ejercicio acabó por dormir mejor y recobrar fuerzas, pero les llevó de dos a
cuatro meses notar el efecto; o sea, no se puede esperar correr un día en la
caminadora y dormir bien esa noche. Ejercítate al menos 20 minutos diarios, o
dos horas y media a la semana en total.
3. La luna llena
Tal
vez no te vuelva hombre lobo, pero puede hacerte dormir mal. En un estudio
suizo se observó que hay una merma en la calidad del sueño cuatro días antes y
cuatro días después de la luna llena. Los sujetos dormían unos 20 minutos
menos, su sueño profundo duraba un tercio menos y segregaban menos melatonina,
una hormona que induce el sueño. Es cierto que no puedes hacer nada al
respecto, pero al menos prevé que cuando haya luna llena no dormirás tan bien
como siempre.
4. Empezaste a tomar una medicina
El
insomnio es un efecto secundario común de muchos fármacos, entre ellos
antihipertensivos, antidepresivos y esteroides. La hora a la que los tomas
influye. Por ejemplo, nosotros aconsejamos a los pacientes tomar los
betabloqueadores (para la hipertensión o la arritmia) por la mañana y no antes
de acostarse. Si tu médico te receta algo nuevo, pregúntale cuál es la mejor
hora para tomarlo.
5. El perro contamina tu cama
Incluso
quienes tienen alergia leve a la escamilla de la piel de los perros se sienten
peor si la hay en su almohada o sus sábanas. Puede causarles congestión nasal y
hacerlos roncar, lo que dificulta conciliar el sueño y permanecer dormido. En
un estudio realizado por la Clínica Mayo, más de la mitad de las personas que
dormían con sus perros dijeron que padecían insomnio. Si crees dormir mal por
esta causa, no dejes entrar al perro a tu cuarto.
6 Tu almohada se calienta
Apoyar la cabeza en
una almohada fresca reduce la temperatura corporal y produce somnolencia. En un
estudio de la Universidad de Pittsburgh, personas insomnes que usaron un gorro
refrescante especial se dormían en un lapso máximo de 13 minutos (y no
despertaban el 89 por ciento de la noche), en comparación con un grupo testigo,
que tardaba 16 minutos o más en conciliar el sueño. Los investigadores creen que refrescar el cerebro
hace más lento el metabolismo y propicia el descanso. Prueba a poner la funda
de tu almohada en el congelador poco antes de acostarte para lograr un sueño
más reparador.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios