Además
de tener efectos destructivos sobre nuestra vida emocional, nuestros
pensamientos y la capacidad para disfrutar la vida, la depresión puede afectar
numerosas funciones de nuestro organismo.
La depresión no es meramente un estado de ánimo: en las
personas deprimidas se producen cambios hormonales e inmunológicos que pueden
ser sumamente dañinos. En realidad podemos decir que la depresión es una
enfermedad que afecta a la totalidad de nuestro ser.
Se
sabe que las personas deprimidas sufren de una mayor cantidad de resfriados y
problemas del sueño que las personas no deprimidas. Esto no resulta
sorprendente si tomamos en consideración que hoy sabemos que cuando estamos
deprimidos las funciones de nuestro sistema inmunológico decaen. Por
ejemplo, se ha encontrado que en la saliva de las personas deprimidas hay menos
anticuerpos contra el catarro que en las personas que no están deprimidas.
En un reciente estudio dirigido por la doctora Lynanne McGuire
de la Universidad Johns Hopkins se encontró que la depresión crónica de bajo
nivel que sufren muchas personas de edad avanzada, tiene como uno de sus
resultados disminuir la capacidad de su sistema inmunológico, con lo que se
afecta su capacidad para combatir numerosas enfermedades.
El
Suicidio y la Depresión
Según la Organización Mundial de la Salud alrededor de
800 personas se suicidan diariamente a causa de la depresión. Los pensamientos
suicidas son resultado del pensamiento distorsionado y pesimista, al igual que
del desinterés por la vida causado por la depresión. Ante los pensamientos
suicidas lo mejor es llamar inmediatamente a un profesional calificado. También
es importante identificar familiares o amistades cercanas a las que se pueda recurrir
en cualquier momento y servir de apoyo
En otro estudio reciente llevado a cabo en la Universidad
de California en San Francisco se evaluó durante seis años la tasa de
mortalidad de más de 7,406 personas de 67 años de edad en adelante. Un 7 porciento
de las que no presentaban síntomas depresivos, de acuerdo a una escala de
depresión conocida como el inventario de depresión de Beck, falleció durante
los seis años que duró el estudio. Ahora bien, entre las que presentaban de
tres a cinco síntomas de depresión, el porcentaje de muertes fue de 17
porciento; mientras que entre las que tenían seis o más síntomas de depresión,
el porcentaje de muertes fue de 24 porciento.
Aunque la depresión aumentó el riesgo de muertes a causa
de numerosas enfermedades, el incremento mayor se produjo en las enfermedades
del corazón. En otros estudios se ha estimado que la depresión aumenta cuatro
veces el riesgo de sufrir un ataque cardiaco.
Las personas deprimidas secretan sustancias que facilitan
la formación de coágulos en las arterias. Esto puede tener como resultado una
interrumpción del flujo sanguíneo al corazón y al cerebro, provocando infartos
y derrames cerebrales (apoplejías)
En
las personas deprimidas la cantidad de derrames cerebrales es el doble que en las
no deprimidas.
Las personas deprimidas que padecen de enfermedades
cardiacas tienen mayores probabilidades que las no deprimidas de sufrir
infartos y complicaciones.
Las
personas que han sufrido un infarto y están deprimidas tienen un riesgo al
menos tres veces mayor de morir durante los seis meses subsiguientes al
infarto que las que también han sufrido un infarto pero no están deprimidas.
Pero hay más. En un estudio realizado en Massachusetts en
1998 y reportado en la revista Psychosomatic Medicine se encontró que los
hombres deprimidos padecían de un nivel de impotencia 82 porciento mayor que
los no deprimidos.
La
depresión y el cerebro
La
depresión también afecta nuestras capacidades cognitivas y nuestra memoria.
La depresión incluso puede hacer que el hipocampo, una región del cerebro con
importantes funciones relacionadas con la memoria, se achique. Otros estudios
señalan que la depresión hace que la corteza prefrontal del cerebro, una región
involucrada en la toma de decisiones y el pensamiento abstracto, sufra pérdida
de células y conexiones.
La
depresión aumenta el riesgo de padecer más adelante en la vida de la enfermedad
de Alzheimer y otros problemas cognitivos. El daño causado por la
depresión en el hipocampo es al parecer una de las razones para esto. Sin
embargo, contrario a lo que sucede en la enfermedad de Alzheimer, los daños
causados por la depresión son reversibles. Por esta y otras razones es
sumamente importante prevenir la depresión y si la hemos padecido tomar medidas
para tratarla y evitar que recurra.
Los
efectos tan variados de la depresión nos hacen recordar algo que la ciencia
moderna ha estado confirmando cada vez más: la unión entre nuestro cuerpo y
nuestra mente. Cualquier cosa que afecte nuestra mente habrá de tener
efectos sobre nuestro cuerpo y viceversa.
Al estudiar lo que se ha descubierto acerca de las causas
de la depresión. Esto nos permitirá comprender mejor por qué nos afecta de tan
diversas formas.
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