Nada da más pena que tener mal aliento en una reunión, en una
entrevista o, peor aún, en una cita.
Y aunque se intenta luchar contra esta enfermedad con mentas, chicles y otras
maromas, estas no van a
solucionar real y completamente
el problema.
"La halitosis o mal
aliento se debe a dos
razones diferentes: La
primera es por el mal aseo dental y la segunda ya se debe a un problema gástrico",
explica un rehabilitador y cirujano oral.
Efectivamente en algunas
ocasiones el mal aliento puede
ser creado por enfermedades, como por ejemplo insuficiencia renal o hepática.
También puede ser debido a
problemas gástricos o del colon. Pero una vez que estos males son
descartados, una buena higiene bucal puede ser suficiente para acabar con la
halitosis.
"Cuando este trastorno se debe a problemas dentales es
porque las muelas están dañadas o porque la persona no se cepilla bien los
dientes. Esto puede hacer que las raíces estén en mal estado, que haya
aparición de caries o que pueda haber cálculos. En cualquiera de los casos, hay una retención de alimentos,
lo que crea el mal aliento".
Además de eso, la boca está
llena de bacterias y estas son más prolíficas en la parte posterior de la lengua. Por lo tanto
se recomienda también que se
la raspe con suavidad o que se la cepille.
"Antes de ir a un médico,
haga una valoración con su odontólogo y pregúntele si su mal aliento se debe a un problema
bucal". Finalmente, se recomienda que se haga una revisión cada
seis meses, y si es más propenso a tener halitosis, cada cuatro.
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