La
crianza implica la unión de los dos en la pareja. Y hay muchas cosas que
deberían hablarse antes de la llegada de los hijos.
Todos sabemos que la llegada de los hijos es algo maravilloso, que
al nacer ellos de manera mágica invaden nuestro corazón de amor; incluso, también estamos
conscientes que la decisión de ser padres trae consigo muchas responsabilidades y obligaciones.
Sin embargo, nadie nos
especifica qué tan complicada es la crianza.
No solo me refiero a comprar los pañales, darle biberón al bebé cuando
tiene hambre, bañarlo o
llevarlo al doctor. La
crianza es algo que implica demasiadas cosas, como la toma de decisiones, una buena
guía, apoyo, dirección y amor incondicional permanente; todo ello es para asegurarnos que nuestros
hijos crezcan felices y también para que en un futuro ellos sean adultos exitosos e
independientes.
Suena
demasiado fácil y complejo a la vez. Sabemos que toda adversidad o
complicación en cuanto a la educación de los hijos se refiere se va resolviendo con el paso del
tiempo. Sin embargo, existen
muchas cosas que las parejas pueden hacer y conversar antes de tener hijos,
con el objetivo de evitar cargar culpas a uno u otro, ya que este problema muchas veces es causa de
discusiones maritales.
Un
plan de vida
El doctor David Fisher, asegura que las parejas deben hacer un plan
para criar a los hijos antes de tenerlos, como si fuera una especie de
contrato donde cada
cónyuge establece qué debe hacer y en qué momento. Esto será una herramienta útil para
llegar a acuerdos y así evitar conflictos innecesarios, pues muchas
veces alguno se siente con mayor carga de responsabilidad que el otro.
Sin ir tan lejos, algunas mujeres en la actualidad trabajan para contribuir
con el gasto familiar, y al mismo tiempo también se dedican a los hijos y al
cuidado de la casa. Esto
implica un desgaste físico y psicológico que lleva consigo
complicaciones emocionales, ya que se ven obligadas a dedicar su vida entera a mantener la armonía y el
equilibrio familiar, dejando
a un lado sus propias necesidades, metas, sueños y deseos. Todo esto,
por lógica, genera una
gran insatisfacción y frustración.
Es por ello que lo ideal es hacer un plan de crianza, pero ¿cómo
se hace?, ¿por dónde comenzar? Aquí te comparto algunos consejos:
1
Todo por escrito
Seguramente habrás escuchado que las palabras se las lleva el viento; por
ello es que es necesario establecer acuerdos de manera escrita. Será importante
hacer una lluvia de ideas
con respecto a las
obligaciones que le corresponde ejercer a cada cónyuge para así
comprender la complejidad de la crianza.
Si bien la sociedad ha marcado que el rol de los hombres es proveer a la familia y que la
mujer será la responsable de los hijos y el hogar, todo cambia y
evoluciona, así que será fundamental establecer quién hará cada cosa.
2 De
lo más simple a lo más complejo
Comenzar
por las cosas simples hasta llegar a las más complejas, como quién
llevará a los niños al colegio, qué actividades extraescolares tendrán, hasta a
quién le tocará explicar las tareas de español o matemáticas; incluso de qué manera enseñarán
juntos al momento de sentarse a la mesa, los valores, hábitos y costumbres.
3
Aunando ideas distintas
Todos
fuimos criados de maneras distintas, por ello será necesario conversar
abiertamente con la pareja con respecto a las cosas que creen funcionarán para aplicarlas en la
crianza de sus hijos. Con ello me refiero a entablar una conversación
franca y así poder implementar estrategias en conjunto.
Por ejemplo, recuerdo que cuando era niña mis padres
nunca me dejaban levantarme de la mesa si no terminaba de comer el plato de
comida o incluso, también me enseñaron a lavar mi ropa y recoger mi habitación
a muy temprana edad.
4
Todos iguales, uniendo fuerzas
Sé que no existe un manual para ser los mejores padres
del mundo, sin embargo podemos
esforzarnos para lograrlo. Por eso será importante que todas las cosas que se
realicen en pareja sean equitativas y equilibradas sin dejar más carga de responsabilidades
a uno o al otro. La
crianza es un compromiso que se adquiere en pareja y no se debe delegar a una sola
persona.
En este punto se debe aplicar la crianza en conjunto, pues los dos deben tener la
responsabilidad de conocer a sus hijos brindándoles tiempo de calidad a medida
de lo posible; se trata de hacer cosas en familia y tomar decisiones que ayuden a guiar y apoyar a los hijos en
todas sus adversidades y logros.
5 Un
desafío a la vez
Concéntrate
en las cosas que debes hacer en el momento preciso, para que puedas con tu
cónyugue congeniar en la toma de decisiones, en el cuidado y guía de tus
hijos, así lograrás mayor satisfacción y motivación día a día, venciendo cada problema de la
vida o reto que se te presente.
Ahora es
tiempo de corregir tus errores, anímate a realizar un plan de acuerdos
con tu esposo, para que con ello puedas sentirte más liberada y tranquila. Recuerda que la crianza no es
tan sencillo como parece, por tal razón deberás unir fuerzas con tu conyugue,
ya que el objetivo primordial será ver a sus hijos realizados, felices e
independientes.
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