1.-
Cuidarás tu presentación día a día.
Arréglate como si fueras a una fiesta. ¡Qué más fiesta
que la vida! El baño diario, el peinado, la ropa, toda atractiva, oliendo a
limpio, a buen gusto. El buen gusto es gratuito, no cuesta nada. Que al verte
se alegren tu espejo y los ojos de los demás.
2.-
No te encerrarás en tu casa, ni en tu habitación.
Nada de jugar ala enclaustrada o a la presa voluntaria.
Saldrás a la calle y al campo de paseo. "El agua estancada se pudre y la
máquina inmóvil se enmohece"
3.-
Amarás el ejercicio físico como a ti mismo.
Un rato de gimnasia, una caminata razonable dentro o
fuera de casa, por lo menos abrir la puerta, regar las rosas, contestar el
teléfono, baila aunque estés sola, haz cualquier movimiento que te despegue de
la cama y del sillón. "Contra pereza, diligencia"
4.-
Evitarás actitudes y gestos de vieja derrumbada
La cabeza gacha, la espalda encorvada, los pies
arrastrándose. ¡No! Que la gente diga un piropo cuando pasas:
", ¡Qué guapa
la señora!" Recuerda: las canas… ¡se tiñen! y las arrugas… ¡se disimulan
con una amplia sonrisa! pero el arrastrar de pies… ¡eso sí es signo de vejez!
5.-
No hablarás de tu edad ni te quejarás de tus achaques, reales o imaginarios.
Acabarás por creerte más vieja y más enferma de lo que en
realidad estás y te harán el vacío. A la gente no le gusta oír historias de
hospital. Cuando te pregunten ¿Cómo estás?, contestarás que: ¡Muy bien!
¡Divinamente!
6.-
Cultivarás el optimismo sobre todas las cosas.
"Al mal tiempo, buena cara". Sé positiva en los
juicios, de buen humor en las palabras, alegre de rostro, amable en los
ademanes. No seas una vieja amargada. Se tiene la edad que se ejerce. La vejez
no es cuestión de años sino un estado de ánimo. "El corazón no
envejece" (el cuero es el que se arruga).
7.-
Tratarás de ser útil a ti mismo y a los demás.
No eres un parásito ni una rama desgajada del árbol de la
vida. Bástate a ti mismo hasta donde sea posible. Y ayuda, ayuda con una
sonrisa, un consejo, un servicio. Al abrirte a los demás, dejarás de estar
pensando en un "yo" angustiada y solitaria. "Solo cuando se abre
la nuez, aparece la almendra"
8.-
Trabajarás con tus manos y con tu mente.
El trabajo es la terapia infalible. Cualquier actitud
laboral, intelectual, artística. Haz algo, lo que sea y lo que puedas. Una
ocupación artesanal, un rato de lectura, un trozo amable de TV, la música. La
bendición del trabajo es medicina para todos los males.
9.-
Mantendrás vivas y cordiales las relaciones humanas.
Desde luego, las que se anidan en el hogar, integrándote
a todos los miembros de tu familia. Ahí tienes la oportunidad de convivir con
niños, jóvenes y adultos, el perfecto muestrario de la vida. Convive, pero sin
inmiscuirte en los problemas de los demás, a menos que expresamente te pidan un
consejo, recuerda: "Ver, oír y callar"
10.-
No pensarás que "todo el tiempo pasado fue mejor"..
Deja de estar condenando tu mundo y maldiciendo tu
momento. No digas a cada palabra: "las cosas andan mal, allá en mi
tiempo…", "recuerdo que antes…" No vivas de recuerdos, mira
hacia el futuro con alegría. Ponte nuevas metas, haz planes, ¡sueña…! Positivo
siempre, negativa jamás. Toda persona debiera ser como "la Luna: destinada
a dar luz… y como el Sol siempre dando calor…"
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