Tu puedes
elegir ser feliz con la misma facilidad que eliges estar triste. La elección,
no importa cuál sea la situación, siempre depende de ti. Dios siempre te da muchas
alternativas de vida.
Tu puedes elegir levantarte y ponerse en marcha con la
misma facilidad que puedes elegir sentarte y no hacer nada.
La elección de estar siempre activo es siempre tuya.
Pídele a Dios sabiduría para elegir siempre el camino del bien.
En
lugar de preocuparte sobre quién tiene la culpa, elige ser parte de la solución.
En lugar de dejar que el pasado te deprima, toma las decisiones que te motiven
a superarte y a servir a los demás.
Se trata de tu propia vida, por lo que debes vivir tus mejores
intenciones. Cada momento te da una nueva opción, así que elige las mejores opciones.
Claro que hay muchas cosas que están fuera de tu control.
Sin embargo, hay muchas
otras opciones que te permitirán vivir como tu deseas.
Elige
una y otra vez, donde estén alineados tus propósitos con tus principios y valores.
Piensa
en positivo y toma decisiones positivas.
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