Se
calcula que una de cada quince personas convive con el dolor de cervicales. La
tensión emocional, las hernias diacales y las sobrecargas musculares provocadas
por posturas incorrectas o por un mal gesto son algunas de las causas que lo
provocan.
No te resignes y planta cara al dolor con estos recursos
naturales.
Aleja
la tensión con un improvisado "cojín" de ARROZ
Las personas que tienen una contractura muscular (una
torticolis) o que, en períodos de mucho trabajo, se quejan de dolor en el
cuello y hombros encuentran alivio aplicando calor de forma local. Si no se
tiene a mano una esterilla eléctrica un cojín cervical a base de semillas,
huesos de cereza, etc, podemos
improvisar uno igual de eficaz echando cuatro puñados de arroz crudo en una bolsa de plástico. Caliéntala en el micro
unos pocos minutos y colócala sobre la zona adolorida hasta que se entibie.
Repite esta misma operación tantas veces como creas necesario.
ROMERO,
alivio instantáneo
Cuando te notes los músculos de la base del cuello
agarrotados, prepara un aceite de masaje que actúa como una excelente relajante
muscular. Para ello, añade
tres gotas de aceite esencial de romero, de tomillo y de salvia a dos
cucharadas de aceite de oliva. Remueve y realiza unsuave masaje con el
líquido obtenido.
Si
el problema es crónico, añade PIÑA a la ensalada
La bromelina, uno de los componentes de mayor
utilidad terapeútica de la piña fresca, ejerce un importante efecto
antiinflamatorio, mitiga el dolor crónico y favorece a la curación de las
lesiones que se producen por desgaste, como la artrosis. Para beneficiarte de
estas virtudes, intenta comer piña a
diario, troceada en la ensalada,
mezclada con guarniciones de arroz blanco o de postre. Otra opción a tu
alcance es tomar la bromelina en cápsulas.
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