No
pierdas tu energía molestando a quienes te rodean o siendo una persona
resentida. Pon tu energía en hacer el bien y en algo positivo.
En la medida en que estés lleno de ira o frustración es
difícil que puedas prosperar y salir adelante. Esto sólo te traerá más enojo, más
frustración y más ira.
Tú puedes optar por romper este ciclo. Puedes elegir el
bien siendo positivo y actuando con un propósito.
No
imites a personas que actúan de manera grosera e irrespetuosa, es un problema
de esas personas y no tuyo.
Aunque hay cosas en la vida que te pueden enojar, no hay
cosas buenas que con tu ira puedas lograr. En lugar de reaccionar con ira,
redirige tu energía hacia Dios para obrar mediante propósitos positivos.
Elije
el camino del bien manteniendo una actitud positiva con un buen propósito y la
recompensa que Dios te traerá será una vida rica y plena.
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