BENEFICIOS
Protegen
contra el Alzheimer. Contienen quercetina, un antioxidante que previene
la degeneración neuronal en ratas, y podría hacer lo mismo en los humanos.
Cómelas con la cáscara para obtener el máximo de compuestos protectores.
Previenen
el cáncer de colon. Cuando la fibra de las manzanas se fermenta en el
colon produce sustancias que combaten la formación de células cancerosas, según
un estudio alemán reciente. Se sabe también que las procianidinas, antioxidantes
presentes en esta fruta, desencadenan señales celulares que causan la muerte de
las células cancerosas.
Estabilizan
la glucosa sanguínea. Las manzanas están repletas de fibra soluble, la
cual hace lenta la digestión de la comida y la entrada de glucosa en el
torrente sanguíneo. En un estudio realizado con mujeres se observó que las que
comían por lo menos una manzana al día tenían un riesgo 28 por ciento menor de
enfermar de diabetes que las que no comían ninguna.
Mantienen
la salud de las encías. Desde hace muchas décadas a las manzanas se les
ha llamado “el cepillo dental de la naturaleza”. Comer una manzana en realidad
no limpia los dientes, pero morderla y masticarla estimula las encías, y el
dulzor de la pulpa favorece la secreción de saliva. Ésta reduce la cantidad de
bacterias presentes en la boca y, por tanto, disminuye la formación de caries.
Previenen
la presión arterial alta. Los adultos que comen manzanas tienen un
riesgo 37 por ciento menor de padecer hipertensión, según un análisis reciente
de una base de datos sobre alimentos.
Ayudan
a conservar la figura. Las manzanas están repletas de agua y fibra, así
que esto hace que el estómago “desee” menos comida. Por otro lado, estudios
realizados en Brasil y Estados Unidos indican que las personas que comen al
menos tres manzanas o peras al día bajan de peso.
Mantienen
lejos los males cardiacos. Una manzana fresca es un tentempié ideal.
Esta fruta es rica en flavonoides, antioxidantes que ayudan a prevenir las
cardiopatías, pero tienes que comerla con la cáscara.
Reducen
el nivel de colesterol malo. Las manzanas son bajas en calorías y ricas
en pectina, una fibra soluble que ayuda a disminuir el nivel de colesterol
dañino.
RIESGOS
Alergias.
A las manzanas deshidratadas se les suele añadir dióxido de azufre para
conservar la humedad y el color; esa sustancia puede causar reacciones
alérgicas en personas susceptibles.
Infecciones.
Bacterias como la E. coli han causado enfermedades graves en personas que
tomaron jugo de manzana o sidra sin pasteurizar (de venta común en puestos
informales a la orilla de las carreteras). Los niños, las mujeres embarazadas,
los adultos mayores y las personas que tienen un sistema inmunitario débil
deben tener cuidado con lo que beben, y preferir el jugo de manzana o la sidra
pasteurizados. Revisa la etiqueta.
Plaguicidas.
Como las manzanas son vulnerables al ataque de gusanos, cochinillas y otros
insectos, en algunas huertas los árboles se suelen rociar varias veces con
plaguicidas. Siempre lava bien la fruta antes de comerla, y pela las manzanas
que se recubren con cera; aunque las laves, ésta impide eliminar todos los
residuos de plaguicidas.
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