Hay un hecho interesante: las personas
positivas y animosas nunca se quejan de falta de oportunidades.
Casi todos los grandes deportistas se
criaron en ambientes difíciles y superaron tremendos obstáculos para poder surgir.
Un
ejemplo entre muchos es el del beisbolista dominicano Sammy Sossa, criado en
una familia humilde y pobre.
De niño tuvo que soportar las
limitaciones de la estrechez, pero eso le dio reciedumbre y tenacidad.
Con los
años fue un triunfador en su deporte pero hace años sobrevivía como lustrabotas
al tiempo que entrenaba.
Un
campeón olímpico de cien metros con vallas le dijo a un periodista cuáles eran
sus secretos para triunfar:
“Disciplina para entrenar duro,
constancia para no abandonar y mente puesta en la meta, no en los obstáculos”.
Y
agregó uno más importante: “soy creyente, todos los días oro y recuerdo lo que
decía mi madre: Dios está con los que perseveran”.
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