HOY ESTOY DEMASIADO BIEN

 

Te lamentas de todas las buenas oportunidades que has perdido por diferentes razones. Deja de quejarte y de buscar responsables y excusas para todo.
 
Muchas veces culpas a otras personas, o le atribuyes la causa a algún factor extraño, o a algo inexplicable, sin embargo, no lograrás nada buscando culpables de las oportunidades perdidas.
 
Limpia tu mente de pensamientos que te distraen y te derrotan y pregúntate. ¿Qué puedes hacer ahora mismo para mejorar tu vida y lograr paz y armonía?
 
Deja a un lado todos tus hábitos improductivos y las obsesiones, y concéntrate en las oportunidades de mejorar que tienes en este momento. Respira hondo, agradece a Dios toda la buena energía que tienes, los deseos de superación y ponte a trabajar.
 
Esfuérzate un poco más allá de lo que es cómodo para ti. Mira todo lo bueno y emocionante que se siente ser tú mismo, haciendo todo lo que puedes hacer por ti y por los demás.
 
“El ahora” es un tiempo demasiado valioso como para desperdiciarlo en algo menos que dar lo mejor de ti.
 
Esfuérzate, es tanto el bien que tú puedes hacer…
 
Pídele a Dios que te acompañe en tu camino.