El hábito de los 5 minutos (basado en la neurociencia) que cambiará tu vida acorta tu
camino hacia el éxito adoptando este hábito rápido.
Este artículo fue traducido de nuestra edición en inglés.
"Tengo un sueño que vale más que mi sueño". –Eric Thomas
Es
cierto que para vivir nuestro propósito en este mundo, debemos tener una visión
y un plan para lograr nuestros sueños. Debemos ser tenaces en el trabajo
hacia nuestras metas, y
ocasionalmente podríamos tener que sacrificar un poco de sueño por ese sueño.
Sin embargo, nuestra
cultura de "ir de prisa a toda costa" nos ha convencido de que esto
significa elegir entre el éxito y la calidad de vida (por ejemplo,
salud, felicidad y satisfacción). Esta mentalidad de una o la otra no es solo
inexacta, en realidad
amenaza nuestros resultados y sabotea secretamente el éxito.
El
estrés, el agotamiento y la fatiga por tomar decisiones causados por el
"apresuramiento" pueden provocar cambios de humor. Nuestros
procesos lógicos se cierran literalmente, abriendo las compuertas a la
irritabilidad, la frustración, la ira y la tristeza. En otras palabras, la parte primitiva de nuestro
cerebro (controlada por la emoción) toma el control y dicta nuestros
comportamientos, mientras que nuestro pensamiento de nivel superior se pone en
pausa.
¿Puedes
ver cómo esto crea exactamente lo opuesto al éxito por el que nos esforzamos?
Aunque sigue existiendo el estigma de que los descansos son para gente floja o desmotivada, esta creencia es infundada. Los avances en la investigación de la neurociencia revelan pruebas que van en contra de todo lo que creíamos saber sobre los breaks.
Ahora
se sabe que los períodos de descanso intencional impulsan:
Energía productiva
Creatividad
Pensamientos innovadores
Función ejecutiva
Mentalidad positiva
Intuición
Memoria
¿Un
método específico que es especialmente efectivo? Tomar una siesta. A
menudo, nos sentimos tentados a depender del café en lugar de tomarnos un breve
descanso cuando estamos cansados durante la jornada laboral. Sin embargo, se ha
demostrado que las siestas mejoran el estado de alerta y la atención incluso
mejor que la cafeína.
Los
períodos breves de descanso también contrarrestan los efectos lentos de no
dormir lo suficiente por la noche. La siesta incluso nos convierte en
mejores solucionadores de problemas, lo que conduce directamente a la
innovación y la acción decisiva, dos características notables del éxito.
Tal vez todo esto suene muy bien, pero te preguntaras quién tiene el tiempo o la
flexibilidad para tomar una siesta en el día laboral. Tienes razón,
muchos de nosotros no la tenemos... pero ¿adivinen qué? ¡Quedarse dormido no es
necesario para sentir los beneficios restauradores del descanso del mediodía! Prueba estas tres ideas de
siestas falsas para mejorar la creatividad y la productividad. Son
fáciles de encajar incluso en los horarios más ocupados, así que elige uno,
configura un temporizador en cinco minutos y disfrútalo.
1.
Cierra los ojos
Más del 50 por ciento de la superficie del cerebro se dedica al procesamiento de información visual. Cerrar los ojos libera la energía asociada con ese 50 por ciento, lo que permite que nuestro cerebro se recupere. Podemos aprovechar los procesos inconscientes que nos ayudan a conectarnos con nuestras ideas innovadoras y resolver problemas de manera más eficiente simplemente disminuyendo la entrada visual.
Paso
de acción: Crea un ambiente acogedor para la siesta sin la expectativa de
quedarte dormido. Quitarnos esa presión nos ayuda en gran medida a la
relajación y conduce a una mayor productividad. Considera poner música
relajante para ayudar a ahogar los ruidos molestos. Permite que tus párpados se
cierren suavemente y observe cualquier pensamiento que surja.
2.
Sueña despierto
Cuando eras niño, ¿alguna vez te regañaron por mirar soñadoramente por la ventana? Nuestros padres y maestros supusieron que una mente errante era un obstáculo, pero los investigadores de neurociencia encuentran que los soñadores despiertos en realidad obtienen una puntuación más alta en las escalas de creatividad.
Hacer tiempo para el pensamiento que fluye libremente
permite desenredar casi sin esfuerzo la información confusa en nuestras mentes.
Así como nuestros músculos ganan flexibilidad a través de estiramientos suaves,
es más probable que surjan nuevos conocimientos cuando estamos relajados. Para
obtener los mejores resultados, ten una sesión de ensueño con intención: debes ser capaz de darte
cuenta de cuándo te encuentra en este estado y salir a voluntad. Esto requiere
algo de práctica.
Paso de acción: Elige una foto u obra de arte quete relaje con solo
mirar, tal vez una escena tranquila del océano o algunas flores contra un cielo
azul brillante (Nota: el azul es calmante; el naranja estimula la creatividad).
Configura un temporizador para cinco minutos. Siéntate cómodamente y contempla
la imagen. Permite que tu
mente divague mientras mantienes el enfoque en la sensación que sacas de la
imagen, y ten un bolígrafo y un bloc de notas cerca para anotar cualquier
destello de inspiración.
3.
Respira
El cerebro adulto, un mero 2% del peso corporal, es responsable de alrededor del 20 por ciento del consumo de oxígeno. Esto significa que el oxígeno es un combustible en el que nuestro cerebro depende en gran medida para la planificación, la toma de decisiones y el pensamiento de orden superior.
La respiración concentrada simple nos da un impulso de
energía mental. También
nos ayuda a relajarnos en nuestros procesos mentales inconscientes,
apoyando la creatividad y la productividad activando nuestro sistema nervioso
parasimpático (responsable de la relajación tanto mental como fisiológica).
Paso de acción: Primero, practica la respiración diafragmática, aspirando
el aire hacia tu abdomen en lugar de hacia la parte superior del pecho.
Coloca una mano sobre tu corazón y la otra sobre tu abdomen mientras inhala.
Cuando tu mano inferior se eleva durante la inhalación y su mano superior no lo
hace, estás introduciendo el aire completamente en tu diafragma.
A
continuación, respirando sólo por la nariz, inhala contando hasta cuatro.
Manten el aire mientras cuenta hasta cuatro; exhala contando hasta cuatro y
espera nuevamente mientras cuentas hasta cuatro. Repite esta secuencia de dos a
10 minutos.
Accede
a soluciones intuitivas a través de la mente subconsciente
Usando estas técnicas, nuestros cerebros pueden separar información y volver a ensamblarla, como piezas de un rompecabezas, de una manera que nuestra mente consciente por sí sola no puede.
¿Y si hiciéramos esta práctica común?
¿Qué pasaría si abrazáramos el poder de nuestras conexiones naturales cuerpo-mente?
¿Qué pasaría si, en lugar de celebrar el ajetreo, hiciéramos una pausa lo suficiente como para sintonizarnos con nuestros niveles más profundos de conciencia?
Entonces entenderíamos que no tenemos que cambiar nuestros sueños por un descanso reparador. De hecho, cuando nos damos el espacio para relajarnos, empoderamos nuestras mentes para que se alineen con nuestros sueños. Y es entonces cuando podemos alcanzar un nivel de éxito que la cultura del ajetreo simplemente no puede igualar
"Tengo un sueño que vale más que mi sueño". –Eric Thomas
Aunque sigue existiendo el estigma de que los descansos son para gente floja o desmotivada, esta creencia es infundada. Los avances en la investigación de la neurociencia revelan pruebas que van en contra de todo lo que creíamos saber sobre los breaks.
Energía productiva
Creatividad
Pensamientos innovadores
Función ejecutiva
Mentalidad positiva
Intuición
Memoria
Más del 50 por ciento de la superficie del cerebro se dedica al procesamiento de información visual. Cerrar los ojos libera la energía asociada con ese 50 por ciento, lo que permite que nuestro cerebro se recupere. Podemos aprovechar los procesos inconscientes que nos ayudan a conectarnos con nuestras ideas innovadoras y resolver problemas de manera más eficiente simplemente disminuyendo la entrada visual.
Cuando eras niño, ¿alguna vez te regañaron por mirar soñadoramente por la ventana? Nuestros padres y maestros supusieron que una mente errante era un obstáculo, pero los investigadores de neurociencia encuentran que los soñadores despiertos en realidad obtienen una puntuación más alta en las escalas de creatividad.
El cerebro adulto, un mero 2% del peso corporal, es responsable de alrededor del 20 por ciento del consumo de oxígeno. Esto significa que el oxígeno es un combustible en el que nuestro cerebro depende en gran medida para la planificación, la toma de decisiones y el pensamiento de orden superior.
Usando estas técnicas, nuestros cerebros pueden separar información y volver a ensamblarla, como piezas de un rompecabezas, de una manera que nuestra mente consciente por sí sola no puede.
¿Qué pasaría si abrazáramos el poder de nuestras conexiones naturales cuerpo-mente?
¿Qué pasaría si, en lugar de celebrar el ajetreo, hiciéramos una pausa lo suficiente como para sintonizarnos con nuestros niveles más profundos de conciencia?
Entonces entenderíamos que no tenemos que cambiar nuestros sueños por un descanso reparador. De hecho, cuando nos damos el espacio para relajarnos, empoderamos nuestras mentes para que se alineen con nuestros sueños. Y es entonces cuando podemos alcanzar un nivel de éxito que la cultura del ajetreo simplemente no puede igualar
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