EL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD ES TRASCENDER LO MATERIAL

 

Los Guías espirituales dicen que lo mejor en estos días es acoger el Espíritu de la Navidad.
 
Es ir más allá de lo externo y conectarse con Jesús, el amor, la fe y la paz en lo íntimo del ser.
 
El Espíritu de la Navidad es trascender lo material y volar en el espacio sublime del amor.
 
Para eso necesitas apartarte, aquietarte y sentir que Dios está contigo vayas donde vayas.
 
Cierra tus ojos en un lugar tranquilo, relájate y sintoniza con Jesús que nace para ti y los que amas.
 
Hay muchas ayudas para ir más allá de lo aparente y dos excelentes son la oración y la música.
 
Solo escucha Noche de paz o El tamborilero, verás que tu corazón palpita más, y la plegaria brotará como agua pura de un manantial.
 
El Espíritu de la Navidad está ahí para ti si perdonas, compartes, sirves y te sientes amado por Dios.
 
Conéctate hoy con tu niño interior que se asombra, confía, es juguetón, alegre y amoroso.
 
Por eso los niños son los que más disfrutan todo lo hermoso de la Navidad: luces, colores, villancicos, pesebre, adornos.
 
Ellos saben que Jesús se hizo niño para que nosotros nunca dejáramos de serlo al crecer.
 
Qué lindo es mirar el pesebre, rezar la novena, cantar, comer algo unidos, darse un detalle y salir de la rutina habitual.
 
¡Qué pesar que en algunos credos todo eso se vea mal, con una visión tan seria y cerrada de la fe!
 
Diciembre no es para aumentar tu consumismo, es para avivar tu unión con Dios, cuidar tu amor y volver a ser niño.
 
Navidad es para ser consciente de que en medio de tantas carreras te pierdes lo mejor de la vida.
 
Ojo, valora las cosas pequeñas, no sea que demasiado tarde te des cuenta de que esas eran las grandes.
 
Disfruta una navidad rica en amor.