Padre amado con tu Espíritu puedo
resolver los dilemas y ser más flexible y menos rígido.
Dame humildad y serena paciencia porque el vicio del
perfeccionismo solo genera tensiones.
Ayúdame Dios del cielo a amarme y
aceptarme de modo
que no sufra con la desaprobación.
Cuando me compare con otros ilumíname y recuérdame que soy un ser valioso e irrepetible.
Oh
Dios, quiero escucharte, seguir los pasos de Yeshua y seguir también la voz de mi corazón.
A veces
me siento derrotado y
necesito confiar, perseverar y enfrentar los desafíos con esperanza.
Hoy
elijo creer en un
renacimiento, hoy
decido estar más unido a ti y tener el amor como mi aliado para salir
avante.
Padre, hoy renuevo mi fe, me acepto
como soy y me pongo en tus amorosas manos con una confianza de acero.
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