Acabo de leer una pregunta que dice: si la felicidad tuviera un
olor, ¿a qué olería?
Y creo que la felicidad huele a calor de hogar, a llamada inesperada, a
abrazo de padre, a sonrisa de madre, a confidencia de hermano, a comida de la
abuela, a preguntas de hijo, a sonrisa de amigo, a bienestar de los que amo; huele, también, a brisa de mar, a colores
de la tarde, a hojarasca de bosque, a descanso en la noche, a techo sobre la
cabeza, a comida en la
mesa.
La felicidad huele a muchas
cosas cotidianas que ignoramos con prisa, porque se volvieron costumbre, porque
estamos tan seguros de ellas que no volvieron a importar.
QUE RICO HUELE LA VIDAAA.....
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