Cuando más arriesgas es
cuando no arriesgas nada, suele decir la consultora estadounidense Laurie Beth.
Fortalece, por tanto, tu fe y
no vivas atado por el miedo o frenado por creencias vacilantes.
Haz lo que puedas para
tener una mente abierta, una voluntad atrevida y un corazón apasionado.
Acaso muchos necesitan
unas dosis de la osadía que les sobra a los que aman los deportes
extremos.
Todos necesitamos dominar
distintos temores y uno que frena mucho es el temor al fracaso.
La verdad es que lo que
llaman fracaso es solo un valioso aprendizaje para los optimistas
persistentes.
Por eso está en ti
recuperar la fe perdida, expandir tu pensamiento y soñar con experiencias
inesperadas.
Alguna vez habrás escuchado que
quien hace algo puede equivocarse y el que no hace nada vive equivocado.
Cree en ti.
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