LA CLAVE NO ES EL EJERCICIO
Matarse
a abdominales no es el camino ideal ni el más eficaz ni el más corto ni (desde
luego) el más fácil para lograr un vientre plano y tonificado (que es lo que
quieres las mujeres) ni la tableta que ellos ansían.
Hay muchos mitos entorno a este problema. Pero la
realidad es que para aquellos que busquen resultados permanentes en el estómago
y en los flancos, la estregia debe ser otra.
Estamos de acuerdo en que el
objetivo es combatir y eliminar la grasa, pero esto no se logra sólo con el
ejercicio. Existen ciertos factores que te pueden hacer más vulnerable (da
igual si eres hombre o mujer), algunos se puede modificar y otros no, pero si
los conoces tendrás más posibilidades de salir vencedor.
La
edad no perdona. Esto es irremediable, cuantos más años tengas más
tendrás que trabajártelo. El metabolismo
también influye. Deshacerse de la grasa es más difícil con la edad y entre
aquellos individuos de metabolismo más lento.
En
el caso de las mujeres, el embarazo y los cambios físicos y hormonales hacen
mella en su anatomía. Pero con tesón se puede volver a recuperar el
tono. En este caso es necesario diseñar un plan de trabajo con ejercicios
específicos, como los del suelo pélvico.
El impacto de la dieta en esta zona del cuerpo es
bestial, y va en serio. Lo que comes es determinante. Si quieres conseguirlo, antes que el ejercicio
debes empezar a seleccionar mejor lo que te metes en la boca.
Los
abdominales dependen en un 80% de lo que comes y en un 20% del ejercicio".
Así que puedes hacer millones de abdominales, pero si no
cuidas tu dieta no vas a ver ningún cambio.
Los expertos recomiendan seguir una alimentación baja en
grasa, con pocos carbohidratos y mucha proteína, en la que predominen las
frutas, las verduras y los cereales. Otro truco que funciona: ir reduciendo
progresivamente la ingesta de azúcar, y aumentando la de vegetales.
En cuanto al 20% que corresponde al ejercicio, no vale
tampoco enfocarse únicamente en la zona.
Es necesario realizar un entrenamiento completo del
cuerpo, incluidos ejercicios aeróbicos.
Es más, varios estudios han demostrado que hacer cardio
es mucho más efectivo que hacer abdominales. El ejemplo más claro es éste: Dos
hombres de peso y altura, uno se dedicó a correr y otro a hacer abdominales, y
el resultado fue más positivo para el que hacía ejercicio aeróbico.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios