Jesús
era un ser libre e hizo tres cambios atrevidos y radicales en la religión:
Desmontó la ley, el templo y el culto.
Ante una infinidad de preceptos enseñó:
Solo hay un mandamiento:
el amor, y lo demás es innecesario.
También enseñó: el templo en que Dios mora es el corazón;
el Reino de Dios está dentro, no en un edificio.
Además retomó a los profetas y dijo: Dios quiere misericordia y no
sacrificios, o sea, no necesita culto.
En suma, una verdadera revolución y, por eso, los
sacerdotes, escribas y fariseos lo llevaron a la muerte.
Fue
una liberación total que al morir desapareció porque los religiosos implantaron de
nuevo la ley, el templo y el culto.
Y la ironía es que lo hicieron y los
siguen haciendo en nombre de Jesús.
Absurdo pero así es.
Tú
eres libre para seguir al verdadero Jesús o para dejar que te adoctrinen
y te manipulen.
Ojalá seas consciente de que lo que cuenta es amar y
que todo lo demás son
cargas puestas por humanos.
¿Lo captas?
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