Los
que viajan por el desierto o las zonas polares saben que los espejismos existen.
En el gélido ártico un explorador puede
ver tierra y en medio del
desierto visualiza un hermoso con agua fresca.
Todo eso es fruto de una mente condicionada por el duro
entorno y un ánimo golpeado en un lugar extremo.
Pero
también existen los espejismos del Ego, lo que éste cree ver cegado por el orgullo o
la soberbia.
Cultiva
siempre la humildad para poder tener una visión lo más
objetiva posible de la realidad.
Como bien dijo un sabio: "El ego nos mete en los
problemas y el orgullo nos mantiene en ellos".
Jesús nos dejó un memorable ejemplo de
humildad y dijo claramente: "El
humilde será ensalzado".
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