“’La
felicidad se encuentra dentro de ti’, esta es una frase muy trillada que suena
bonita pero dificil de asimilar para muchos...”
Esta es una antigua historia de tradición hindú que ayuda a entender este
concepto.
Cuenta la leyenda que un ser omnipotente creó un campo de
juego llamado tierra para que los seres humanos pudieran crecer, desarrollarse,
y darse cuenta de que eran una misma entidad con Él. Mientras el Creador
observaba su obra vio que algo andaba mal, ¡nadie quería crecer! Cada vez que
los humanos tenían que superar obstáculos renunciaban al juego, recordaban su
origen y decían: “no quiero jugar, yo soy parte del Todopoderoso, mejor me
regreso”.
El Creador se preocupó mucho y convocó a una reunión
urgente con todos los seres celestiales para esconder el secreto de la felicidad porque si
lo encontraban tan fácilmente no querrían participar del juego de la vida.
Un querubín levantó su mano diciendo: pongámoslo en la montana más
alta. Dios respondió: los seres humanos encontrarán la manera de escalar
hasta la punta más remota de todas las cumbres. Entonces, un arcángel opinó:
escondámoslo en lo más profundo del mar. Dios pensó: los hombres desarrollaran
equipos de buceo sofisticados para llegar hasta allá. En ese momento un
espíritu celestial exclamó: ubiquémoslo detrás de la Luna. Pero Dios advirtió:
ellos serán capaces de inventar tecnologías para viajar al espacio y visitar
otros planetas.
Un silencio profundo invadió la sala y fue cuando un
hermoso ángel femenino con alas muy brillantes dijo: “yo sé el lugar perfecto donde podemos esconder la
felicidad. En lo más profundo de sus corazones. No se tomarán la molestia de
buscarlo ahí”.
Dice
la leyenda que desde entonces la humanidad ha escudriñado la felicidad en el
mundo exterior, por medio de una relación amorosa, el trabajo perfecto, una
cirugía estética, el dinero, la fama o el poder, olvidando que se encuentra en
su interior.
Tu puedes estar en el lugar más bello del planeta pero si
estas irritada y preocupada estarás infeliz. Por el contrario, puedes
encontrarte en el sitio más desagradable del mundo pero si estas de buen humor
te sentirás dichosa. Lo que decide tu felicidad es tu estado de ánimo interior. La forma en la que piensas y
reaccionas ante cada situación determina el regocijo de tu corazón.
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