La meditación, no es para obtener cosas, sino para
deshacerse o liberarse de las cosas.
La paz es el final de la confusión.
NACIMIENTO Y MUERTE
Una
buena práctica es preguntarse con toda sinceridad: "¿Por qué nací?"
Hágase esta pregunta durante la mañana, tarde y noche... todos los días.
Nuestro
nacimiento y muerte son una sola cosa. No se puede tener uno sin el otro.
Resulta curioso observar cómo, frente a la muerte, las personas están tan
llorosas y tristes y frente al nacimiento tan felices y alegres.
Cuando uno no comprende la muerte la vida puede ser muy
confusa.
Debemos
conocer la muerte; debemos morir de modo que podamos vivir. ¿Qué
significa esto? Morir es llegar al final de nuestras dudas, de todas nuestras
preguntas, y sólo estar aquí con la realidad presente. La muerte está tan cerca
como nuestra respiración.
Si
usted se ha entrenado adecuadamente no se sentirá atemorizado cuando caiga
enfermo, ni alterado cuando alguien muere. Cuando vaya a hospitalizarse
para un tratamiento, determine
en su mente que si usted mejora, eso está bien, y que si usted muere, también
está bien. Le garantizo que si los doctores me dijesen que tengo cáncer
y que me voy a morir en unos pocos meses, les recordaría: "Tengan cuidado,
por que la muerte está viniendo por ustedes también. Sólo es cuestión de quién
se va primero y quién después."
Los doctores no van a curar de la muerte ni impedirla.
No
se ponga triste cuando muere alguien —es sólo la naturaleza, y su sufrimiento en esta vida ha terminado.
EL CUERPO
Si
el cuerpo pudiese hablar estaría diciéndonos todo el día; "Tú no eres mi
dueño.
Todo
sigue su propio rumbo natural. No podemos hacer nada sobre la forma que
tiene el cuerpo. Podemos embellecerlo un poco, hacer que luzca atractivo y
limpio durante un tiempo, como las muchachas jóvenes que se pintan los labios y
se dejan crecer las uñas, pero
cuando llega la vejez todos estamos en el mismo barco. Así es el cuerpo.
No lo podemos hacer de otra manera. Sin embargo, lo que podemos
mejorar y embellecer es la mente.
Si
nuestro cuerpo realmente nos perteneciera obedecería nuestras órdenes, Si le
decimos: "No envejezcas", o "Te prohibo enfermarte" ¿nos
obedecería? ¡No! No se da por aludido. Sólo alquilamos esta "casa",
no la poseemos.
LA RESPIRACIÓN
Hay
gente que nace y muere y nunca está consciente de su aliento y respiración entrando
y saliendo de su cuerpo. Eso muestra cuán lejos viven de sí mismos.
El tiempo es nuestra respiración presente.
Si no tiene tiempo para meditar. ¿Tiene tiempo para
respirar?
La meditación es su respiración y tienen la misma
importancia..
Para
meditar, serene la mente, el corazón, y aprenda a observar.
Primero usted debe entender la meditación con su
pensamiento.
Si comienza a entenderlo, lo practicará.
Y si
lo practica, comenzará a ver todo con alegría.
Haga un examen a conciencia de su propio corazón y
observe lo que es verdadero y lo que no lo es, lo que es equilibrado y lo que
no lo es.
Si
no se siente bien, mire en su interior. Si se da cuenta que algo es incorrecto
y aún lo hace, eso es una impureza que debe limpiar.
Debemos estar
plenamente atentos a detectar esas impurezas.
Cuando vemos a los animales que huyen del peligro, vemos
que son iguales a nosotros. Huyen
del sufrimiento y corren hacia la felicidad. También tienen miedo. Temen por
sus vidas igual que nosotros. Cuando los observamos de acuerdo con la
verdad, vemos que los animales y los seres humanos no son diferentes. Todos
somos compañeros mutuos de nacimiento, vejez, enfermedad y muerte.
La culminación es el punto donde nos desprendemos de
nuestros agobios. Ése es el final.
Obsérvese
a usted mismo. Algunas veces hay felicidad, otras veces sufrimiento, en
ocasiones bienestar, a veces dolor...¿Lo ve? Usted tiene que aprender a leer
sus experiencias.
Medite
al respecto.
Usted debe abrir su corazón y sosegarse.
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