Durante
la cuarentena, los ejercicios de respiración han sido de los más útiles para
anular los pensamientos negativos. Hoy te explicamos cómo hacerlos más
efectivos que nunca
A
raíz de la cuarentena provocada por la pandemia del coronavirus, son muchas las
personas que se han convertido en adeptas de las técnicas de meditación.
Hasta ahora, era completamente
normal caer en agobios al estar aislados sin posibilidad de interacción social.
Al estar confinados y no poder disfrutar de tanta actividad física como antes,
muchos han apostado por
ejercicios que ponen por delante la salud mental y que también repercuten en el
físico.
Este
es el caso de los ejercicios de relajación y meditación. Hay infinidad de ellos
con múltiples variantes. Los más básicos apuestan por realizar respiraciones profundas y
conscientes, entrenando el modo de inhalar y exhalar aire. Otras, dependiendo
del grado de concentración que puedas alcanzar, son más elaboradas. Hoy veremos cuatro tipos de
esta serie de ejercicios, propuestos por Lauren Vinopal, periodista y escritora
asentada en Nueva York, quien ha publicado un interesante artículo en primera
persona en la revista 'Mel Magazine' donde detalla su experiencia con esta
serie de entrenamientos.
RESPIRACIÓN
CONSCIENTE
El
modo más básico de meditación. Es tan sencillo que apenas requiere
concentración, tan solo paciencia y llevar un cálculo correcto del número de
segundos que debes retener el aire y expulsarlo. Cualquiera puede
hacerlo. Ya estés de pie o acostado, tan solo debes prestar atención a la
respiración y llevar a cabo una serie de repeticiones.
"Nota
tu respiración", explica la psicoterapeuta Carrie Nichols, en 'Mel
Magazine'. "No
intentes cambiarla, tan solo sintoniza con ella. ¿Estás inhalando por la
nariz o por la boca? ¿Sientes el aumento y descenso de tu aliento en el
abdomen? ¿Cómo son tus respiraciones, profundas, superficiales, lentas o
rápidas?". Respondiendo
a estas preguntas serás más consciente de tu capacidad de respiración de cara a
progresar con otro tipos de ejercicios.
RESPIRACIÓN
TÁCTICA
Se trata de dar un paso más allá en el nivel de
concentración que exige la primera. La respiración táctica es utilizada tanto
por médicos de la salud mental como por militares. También es muy común en los
deportes competitivos. Para
llevarla a cabo, debes sentarte en una posición cómoda con la mano en tu
estómago y exhalar profundamente desde el diafragma para vaciar completamente
tu organismo de aire. Luego,
debes inhalar lentamente por la nariz durante unos cuatro segundos para a
continuación volver a exhalar durante otros cuatro segundos. La clave
está en repetir este ejercicio durante al menos diez minutos.
RESPIRACIÓN
CUADRADA
Es bastante similar a la anterior, lo único que cambia es que
deberás dibujar un cuadrado imaginario en cada fase de respiración. De
modo que al principio exhalas durante cuatro segundos y trazas una línea que
sube de uno de los lados de tu cuerpo. Después, contienes cuatro segundos la
respiración en el interior de tu pecho trazando una perpendicular hasta el otro
lado de tu cuerpo. Luego, exhalas otros cuatro segundos el aire esta vez
creando una línea imaginaria hacia abajo. Y, finalmente, cierras el cuadrado
conteniendo la respiración de nuevo otros cuatro segundos. Repite el ejercicio
varias veces.
RESPIRACIÓN
DE GLOBO
Este es otro ejemplo de meditación visual. ¿Por qué se
anima al individuo a que imagine figuras geométricas? Básicamente, para favorecer que la mente se quede
en blanco o se esfuerce solamente en dibujar esta serie de conceptos visuales.
En este caso, deberás acostarte en una posición cómoda y colocar una mano sobre
tu estómago. Imagina que a
medida que realizas el ejercicio, un globo se hincha y deshincha.
"Funciona muy bien con los adultos, ya es muy útil para disminuir los
síntomas de ansiedad al mantener la mente concentrada en los objetos",
afirma Jacob Kountz, terapeuta norteamericano.
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