Tantos abusos, permitidos por elección más que por
sumisión, aunque podemos decir que este orden no altera el producto una mujer
que ama demasiado pierde
la perspectiva de Ella misma para convertirse en la autodependiente y por ende
termina en relaciones enfermizas.
“Nuestro
impulso inicial debería ser el de proteger nuestra propia serenidad y bienestar
antes que la del encontrar el hombre indicado. Entonces y sólo entonces seremos
capaces de comenzar a elegir una pareja que pueda preocuparse por nosotras de
manera total, porque cuando mas hagamos por sanar nuestras heridas y
cuanto menos necesitemos una pareja tanto mejor podremos elegir a alguien que
este no este el mismo tan necesitado o herido.”
Las
mujeres que “aman demasiado” son aquellas que se sienten atraídas por hombres
problemáticos, distantes, inaccesibles. Mujeres que luego quedan
enganchadas a situaciones conflictivas por haber formado pareja con un hombre
inadecuado.
Algunas
veces sus historias saltan a la prensa, generalmente por malos tratos,
pues ellas raramente ponen fin al drama en el que se encuentran prisioneras. Suelen inspirar admiración o
lástima en su entorno. Son responsables y emprendedoras, pero con poco
amor propio. Aguantan lo indecible y, sin embargo, disculpan a sus parejas. Sueñan con
lo que podría ser y así “quedan pegadas” a lo que no funciona, ni las hace
felices.
Rechazan
a los hombres “agradables” porque les resultan aburridos, insípidos, en cambio
les es fácil sentirse atrapadas por el hombre distante. Este funciona
como una droga para ellas y llegan a obsesionarse tanto, por él, que descuidan
sus propios intereses: familia, amigos, trabajo, aficiones.
Viven
en una continua ansiedad, donde el pan de cada día es el esfuerzo por
entender o cambiar o lograr la atención del hombre “elegido”. Gastan sus energías, agotan el
llanto y llegan a la desesperación: para ellas estar enamoradas es sufrir.
Características emocionales:
-Necesitan
dar afecto, sentirse superiores y necesitadas. Reacciona emocionalmente
frente a hombres inaccesibles.
-Nada
les parece demasiado esfuerzo si creen que ello puede ayudar a su
hombre.
-Esperan
que él reaccione, conservan la esperanza y se esfuerzan para que él
cambie.
-Aceptan
más del 50 % de la responsabilidad de lo que no funciona en la pareja.
-Su
amor propio es bajo, por ello “quedan pegadas” a lo que no funciona ni
las hace felices.
-Necesitan
controlar a sus hombres y sus relaciones pero lo disimulan bajo la apariencia
de ser “útiles”.
-Están
mucho más en contacto con sus sueños que con su realidad.
-No
hay atajos para salir del patrón de amar demasiado.
-Cada
mujer que ama demasiado, se autoengaña, se dice que su problema no es
tan grave. Darse cuenta de que son víctimas, empezar a buscar lo que es bueno
para ellas, recorrer el camino hacia la recuperación es todo un desafío. Porque
si bien es difícil la vida para toda mujer que “ama demasiado”, más aún lo es
el tomar conciencia de su “enfermedad”.
Lo
que sí es seguro es que si elige recuperarse, dejará de ser una mujer que sufre
por amor, para pasar a ser una mujer que se ama lo suficiente como para detener
el dolor.
Entonces podrá ver y reconocer a su pareja tal como es: un hombre a quien no le importan
sus sentimientos ni la relación.
Luego, seguramente sea tan difícil recuperarse de la
dependencia a los amores
inadecuados como lo es recuperarse del alcoholismo, u otra dependencia, sin
embargo es posible.
Solo
piénsalo.
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