Aunque
son más conocidos por la acumulación de riqueza que hacen y por las inversiones
que tienen en muchos lugares, a muchos de ellos también se les conoce por su
mentalidad de ahorro
Se define como “frugalidad” a esa cualidad que caracteriza a las personas por buscar
el ahorro, ser muy prudente en sus decisiones financieras y optimizar al máximo
lo que se tiene para no derrochar tiempo ni dinero. Así, son muchos los
millonarios que se identifican con esta característica, como Warren Buffet,
Taylor Swift o Mark Zuckerberg.
¿Qué es lo que piensan? Primero sí, saben que son ricos,
pero no por eso tienen que
vivir y comportarse como derrochadores. De hecho, quizás muchas veces
hemos escuchado o leído que son
“tacaños” o que buscan la forma de gastar dinero innecesariamente pero,
por eso mismo, es que tienen lo que tienen.
La clave de sus riquezas no sólo se basa en el hecho de trabajar fuertemente en lo
que son fuertes, hacer provecho de su fama y buscar oportunidades de
inversión sino también de
reconocer el verdadero valor del dinero (lo que cuesta ganarlo).
Una de las principales características –y quizá también
de las críticas de muchos- es
que estos millonarios no precisan de grandes casas o carros lujosos para decir
“¡Hey! Soy rico”. Por el contrario, buscan que sean bienes que respondan
a la necesidad básica para la que fueron hechos, es decir, una casa cómoda para
vivir y dormir y un auto útil para poder conducirlo a donde se necesite.
Los
lujos extravagantes son innecesarios y, por el contrario, se traducen en
costos adicionales por temas de impuestos, por ejemplo. Money, de US News, pone
como ejemplo a Warren Buffett que sigue viviendo en la misma casa que compró
por poco más de US$30.000 en 1958. O el jugador de fútbol americano, Alfred
Morris que según el sitio AARP continúa conduciendo un auto modelo 1991.
Otro
hábito que tienen es con respecto a la cocina: evitan los restaurantes cinco
estrellas y prefieren preparar sus propios platos aunque, claro, con ayuda
de alguien más. De hecho, porque el costo de la comida por fuera también tiene
sus implicaciones en la salud, así que buscan mantener una dieta coherente con sus necesidades y
estilo de vida.
Así, la estrategia en el estilo de vida modesto consiste en pensar que ganan
menos de lo que realmente reciben y, por lo tanto, todos sus gastos se
reducen bastante.
Ellos
no gastan tanto dinero como se piensa, realmente. O no por lo menos
aquellos que se hacen llamar “frugales”. Por ejemplo, una de las reglas principales
que manejan es no llevar
efectivo con ellos en sus billeteras. No tanto por el hecho de que
prefieran los medios electrónicos para los pagos, sino porque así también se
evitan la tentación de hacer compras innecesarias.
Otra estrategia al respecto es que ellos odian pagar el precio completo
por lo que están comprando. Es por eso que buscan hacer tratos al
comprar por cantidades o, aún mejor, buscando oportunidades de descuento. Por ejemplo, según
BankRate, el uso de cupones suele ser casi una práctica semanal de las personas
que consideramos “millonarias”. Liquidaciones y cualquier tipo de gangas, son aprovechadas al máximo.
Finalmente, la mentalidad en el verdadero objetivo del
dinero es algo que muchos pueden ignorar: acumulan riqueza con la finalidad de vivir máximas
experiencias con sus familias o seres queridos. Tener los recursos
suficientes para crear nuevos recuerdos y brindarle felicidad.
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