Estos
son algunos consejos para cuidar tu corazón.
1.
Reduce el consumo de sal diario y evita el exceso de azúcares en tu alimentación. Los niveles
altos de sal provocan que las arterias pierdan elasticidad y el corazón no
funcione correctamente. Por su parte, el exceso de azúcar puede provocar
obesidad.
2.
Aumenta el consumo de grasas de origen vegetal, reduciendo el de grasas
de origen animal.
Grasa de origen vegetal es por ejemplo la margarina, mientras que grasa de
origen animal son la mantequilla y los embutidos.
3.
Consume pescado azul 2 veces a la semana e incorpora el aguacate y los
frutos secos a tu dieta.
Ejemplos de pescado azul son el salmón, la caballa, el atún, la sardina, el
boquerón o la anchoa, entre otros.
El
pescado azul es rico en ácidos grasos omega 3, que cuando son metabolizados
ejercen un abanico de efectos beneficiosos sobre el organismo: disminuye la
capacidad de coagulación baja, consiguiendo un efecto beneficioso no sólo sobre
el corazón sino sobre todo el sistema circulatorio y el cerebro.
4.
Sustituye el guisar y freír por el cocinar al vapor, al horno o a la
parrilla.
Productos como las patatas o el brócoli, tienen una gran cantidad de vitamina
C, fundamental para prevenir el envejecimiento y enfermedades cardíacas.
5.
Aumenta el consumo de frutas y verduras. Es recomendable comer por lo menos 5
porciones de frutas o verduras al día, según la Organización Mundial de la
Salud.
6.
Incluye alimentos integrales en tu día a día, además de productos ricos en
fibra. Una forma fácil de aumentar la cantidad de fibra en la
alimentación, es no pelar la fruta. Además, la dieta mediterránea tiene
numerosas recetas variadas con legumbres, con las que poner a prueba tu
creatividad culinaria y enriquecer tu alimentación en fibra.
7.
Abandona el consumo de tabaco y reduce el de alcohol. Debido a la
combinación de nicotina y monóxido de carbono del tabaco, llega menos cantidad
de oxígeno a los órganos. Por su parte, el consumo elevado de alcohol afecta directamente al
sistema cardíaco.
8.
Apuesta por el corte magro de la carne, eliminando la grasa. Por ejemplo, el
solomillo, el lomo alto, el lomo bajo y la contra, entre otros.
9.
Anímate al ejercicio diario, 30 minutos al día aproximadamente para
que tu sistema circulatorio esté activado de forma constante.
Los
cambios sencillos en tu dieta diaria y una mejora en el estilo de vida más el
consumo de comida sana contribuyen a la mejora y rapidez de la reducción del
colesterol malo.
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