La
artrosis es la enfermedad articular más frecuente en nuestro país. Consiste en
un "desgaste" del cartílago articular que puede ser progresivo.
La
enfermedad puede afectar a cualquier articulación, pero las más frecuentes son
las de las manos, la rodillas, las caderas y la columna vertebral.
Contrariamente
a lo que muchas personas piensan, la artrosis no es una enfermedad exclusiva de
la vejez; cualquiera puede padecerla.
La artrosis aumenta su frecuencia con la edad, y es más común en la mujer
y en personas genéticamente predispuestas pero -aunque muchos de estos factores
no se pueden modificar- evitar su aparición y progresión es posible.
Durante
las épocas frías, los síntomas de la artrosis suelen empeorar y eso hace
que aumenten el número de consultas que se hacen a los consultorios médicos.
La Sociedad Española de Reumatología ha eleborado un
catálogo de 10
recomendaciones para los pacientes, con el objeto de que los pacientes
puedan conocer mejor su
enfermedad y mejorar su calidad de vida:
Mantenga
un peso corporal correcto: La obesidad es una de las causas de la
enfermedad, y además hace que esta progrese más rápidamente. Si está ud obeso o
con sobrepeso, inicie
algún programa dietético que le haga adelgazar; su médico puede ayudarle
en este aspecto. No son necesarias dietas especiales, ni existen alimentos
completamente prohibidos en esta enfermedad. Una dieta baja en calorías es suficiente
Calor y frío: En general, el calor es más beneficioso en la artrosis. Se
puede aplicar de forma casera, con la cobija eléctrica o la bolsa de agua caliente colocadas sobre la
articulación dolorosa. Alivian el dolor y relajan la musculatura. En
ocasiones, la articulación artrósica puede tener un intenso brote inflamatorio
y, en esas ocasiones, es
útil aplicar frío local mediante bolsas de hielo o baños fríos.
Medicación: Se dispone de muchos tipos de medicamentos
que pueden ser beneficiosos en esta enfermedad. Existen analgésicos, antinflamatorios, geles y cremas,
infiltraciones locales y fármacos que pueden evitar la progresión de la
artrosis. Sin embargo, ha de ser su médico o reumatólogo el que decida,
en cada momento de la evolución, cual es el adecuado para usted. No se automedique. Las terapias llamadas
alternativas -como la acupuntura, osteopatía, hierbas..- no han demostrado su
eficacia científicamente, pero si desea emplearlas, consulte antes a su
médico para evitar problemas.
Hábitos
posturales: Duerma en cama plana. Evite sentarse en sillones o sofás hundidos,
y use sillas con respaldo recto, donde sus caderas y rodillas mantengan una
posición natural y sus pies estén en contacto con el suelo.
Ejercicio: El ejercicio protege la articulación y aumenta la fuerza de nuestros
músculos. Disminuir al máximo la movilidad, hace que la persona
artrósica se convierta en dependiente de los demás. Es bueno caminar, ir en bicicleta y practicar la
natación, pero los
deportes de contacto o de gran sobrecarga física son menos recomendables.
Existen tambíen ejercicios específicos para cada articulación que esté afectada
por la enfermedad; solicítelos a su médico o reumatólogo, y hágalos
diariamente.
Reposo:
No es contradictorio con el punto anterior. La artrosis es una enfermedad que
cursa con periodos intermitentes de dolor, y durante las fases con mayor
dolor el reposo relativo es beneficioso. También es bueno intercalar pequeños
periodos de reposo durante las actividades de la vida diaria.
Evite
sobrecargar las articulaciones: No coja pesos excesivos, procure no
caminar por terrenos irregulares y no estar de pie excesivamente sin descansar.
Use un carrito para llevar las compras. Si padece artrosis de rodilla o cadera,
el empleo de un bastón
para caminar disminuye la sobrecarga de esas articulaciones
Calzado adecuado: Si tiene usted artrosis lumbar, de caderas o de rodillas,
debe emplear un calzado de suela gruesa que absorba la fuerza del impacto del pie contra el suelo
al caminar. Esto también puede conseguirse con plantillas o taloneras de
silicona que se colocan en el zapato. No use zapatos con tacón excesivo. Es
preferible emplear zapato plano o con un ligero tacón.
Balnearios de agua termal: Los balnearios aplican aguas mineromedicinales, generalmente
termales, para el tratamiento de la artrosis. Con ello consiguen mejorar
el dolor y relajar la musculatura contracturada. Los llamados centros SPA
(salud por el agua) realizan tratamientos estéticos y de relax mediante el uso
de agua que, sin embargo, no
tiene características mineromedicinales como la de los balnearios. Ambas
formas pueden ser útiles en la artrosis.
Mantenga
una actitud positiva: La artrosis, a pesar de todo, permite mantener una vida
personal y familiar completa, con muy escasas limitaciones. En los casos
más avanzados y de peor evolución, existen tratamientos quirúrgicos que pueden
solucionar el problema. La artrosis "per se" no afecta la vida y los
progresos en su investigación y tratamiento son continuos.
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