(En hebreo Kohelet, "El orador o el
predicador")
Es
un libro escrito por el rey Salomón poco antes de morir. En este libro refleja una gran desilusión
cuando hace una evaluación de lo que fue su vida, y especialmente, su reinado.
Debemos recordar que durante su reinado Israel se dividió en dos y jamás
volvió a restaurarse. De ahí que con bastante desgano Salomón enumere las cosas que no valen
la pena porque no pueden controlarse, por mucha sabiduría que se tenga
(recordar que Salomón pidió
a Dios sabiduría y no riquezas).
Los
bienes de este mundo son vanos y vanas todas las ambiciones, vana la ilusión de
felicidad terrena fuera del sencillo bienestar.
Afirma que la verdadera felicidad consiste en temer, o
sea reverenciar a Dios nuestro Padre, y observar sus mandamientos para que en ellos
hallemos la vida.
Frases importantes del libro:
"Habel Habalim Hacol Habel" (Vanidad de
Vanidades todo es Vanidad) refleja este punto: ¿Para qué intentamos hacer las
cosas si ya están determinadas?
"Nada
hay de nuevo bajo el sol",
"Hay un tiempo para reir y otro para llorar",
"De
tanto hablar se dicen tonterías y de tanto pensar se tienen pesadillas"
etc.).
“Quien añade sabiduría añade dolor”
“No hagas mal y el mal no te
dominará; sepárate del injusto y él se alejará de ti”
“No le pidas consejo al
insensato, pues no podrá mantenerlo en silencio”
“¡Ay del que está
solo!”
"Todo
tiene su momento, y todo cuanto se hace debajo del sol tiene su tiempo.
Hay tiempo de nacer y tiempo de morir; tiempo de plantar y tiempo de arrancar
lo plantado; tiempo de matar y tiempo de curar; tiempo de destruir y tiempo de
edificar; tiempo de llorar y tiempo e reír; tiempo de lamentarse y tiempo de
danzar; tiempo de esparcir las piedras y tiempo de amontonarlas; tiempo de
abrazarse y tiempo de separarse; tiempo de buscar y tiempo de perder; tiempo de
guardar y tiempo de tirar; tiempo de rasgar y tiempo de coser; tiempo de callar
y tiempo de hablar; tiempo de amar y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra y tiempo de paz",
"Los
hombres vienen y van, pero la tierra permanece",
"Todos
van al mismo lugar; todos han salido del mismo polvo, y al polvo vuelven
todos".
"Las palabras del sabio son como aguijones".
"Escribir libros es una tarea sin fin".
Vive
la vida con la mujer que amas, todo el espacio de tu vana existencia que
se te ha dado bajo el sol, ya que tal es tu parte en la vida y en las fatigas
con que te afanas bajo el sol.
“No
hay en la tierra un hombre tan justo que sólo haga el bien y nunca peque”.
"Lo
que fue, eso será. Lo que ya se hizo, eso es lo que se hará; no se hace
nada nuevo bajo el sol",
El Eclesiastés es el libro más citado de la Biblia, incluso
en la vida diaria, aunque el que utiliza sus dichos no sepa de dónde provienen.
En el fondo Salomón hace un reclamo muy sublime por el
don que le fue dado y que al final no sirvió para nada, excepto para que él se
diera la grande vida.
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