Tu
vida es así tal como lo es en este mismo momento, y así debes aceptarlo. Sin
embargo, sólo porque tu lo aceptes, no significa que debes resignarte a que
continúe así por siempre.
Tu incluso puedes aceptar aquellas cosas con las que no
estás de acuerdo o no apruebas, pero tu puedes cambiar esa realidad.
Acepta
el momento y la situación que vives, cualquiera sea, y reflexiona al respecto
para que puedas encontrar el camino del bien, el camino de Dios, que es el
camino correcto.
Puedes evitarlo o simplemente negar tu realidad. Pero lo
mejor que puedes hacer es aceptarlo y hacerle frente a la verdad, y cuanto
antes mejor.
Visualiza
en tu mente como te gustaría que fuera tu vida, y acepta que tienes que
trabajar en hacer algunos cambios para que así sea.
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