Si
sólo ve a su jefe en muy contadas ocasiones, es hora de meterse en su agenda.
Un nuevo estudio sostiene
que pasar la cantidad de tiempo justa con su supervisor podría hacerlo más
feliz en el trabajo.
Un estudio dado a conocer hace poco por la empresa de
capacitación e investigación en liderazgo LeadershipIQ descubrió una correlación entre la cantidad de
tiempo pasada con un supervisor directo y los niveles de inspiración laboral,
compromiso y motivación de los empleados.
Investigadores descubrieron que esos niveles alcanzan su
máximo en el caso de trabajadores que pasan seis horas por semana con el jefe.
Más
allá de las seis horas, los beneficios descienden para muchos empleados.
Mark Murphy, fundador y presidente ejecutivo de LeadershipIQ, afirmó que demasiado tiempo con
un jefe puede volverse contraproducente o irritante.
"Necesito
una cierta cantidad de comentarios de mi jefe, necesito asegurarme de que
estamos en la misma página", pero este monitoreo puede derivar en
una supervisión demasiado minuciosa, sostuvo.
La encuesta les preguntó a 32.410 altos ejecutivos,
gerentes intermedios y empleados no jerárquicos estadounidenses y canadienses
sobre sus vidas laborales y cuánto tiempo pasaban interactuando con su
supervisor directo, ya
fuera cara a cara o a través de teléfono o email.
Ejecutivos
y gerentes medios en particular podrían querer conseguir aún más tiempo en el
calendario del jefe. Ejecutivos reportaron sentirse más inspirados
cuando pasan de siete a
ocho horas por semana con su jefe, y la inspiración de los gerentes
medios alcanzó su punto máximo con entre nueve y 10 horas de tiempo con el jefe
cada semana.
Casi la mitad de los encuestados afirmó que pasó tres o menos horas por semana
interactuando con su líder directo, según el estudio. Menos de 30% de los
encuestados señaló que pasa seis o más horas por semana con su superior.
Murphy indicó que muchas organizaciones han consolidado
su gerencia para reducir costos, lo que significa que los supervisores tienen
menos tiempo para pasar con una cantidad creciente de subalternos. El estrés en momentos difíciles
a veces puede significar que los supervisores se esconden en sus oficinas
cuando deberían estar alentando a las tropas, dijo.
En
un mundo ideal, los gerentes interactuarían con sus empleados con frecuencia,
señaló Murphy. Pero siendo realista, los empleados deben tomar medidas para
conseguir el tiempo que quieren, agregó.
Muchos gerentes no están capacitados de forma apropiada
para hacer su trabajo, remarcó el especialista. Cuando los empleados son ascendidos de un rol enfocado en
una tarea a un puesto de liderazgo, algunos individuos siguen pasando mucho
tiempo en proyectos serviles.
"Muchas veces no preparamos a los gerentes para lo que
realmente implica el rol de gerencia", dijo Murphy. "Nadie los
preparó para el hecho de que el trabajo realmente se trata de hablar con sus
empleados".
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