Tips fáciles, accesibles y súper prácticos para estar
felices y saludables. Las claves y los datos que te ayudarán a lograrlo, por un
experto.
A continuación, algunos consejos para seguir en casa y
sentirnos mucho mejor.
¡Reíte!
La risa actúa sobre el sistema inmunológico como un
turbopropulsor. La risa eleva los linfocitos T y reduce el cortisol, la hormona
del estrés, en casi un 50%.
Corré
Por lo menos cuatro veces por semana de carrera
ultraliviana o ciclismo (45 minutos) mantendrán activas tus células.
Toma
el sol
Deberías tomar sol de 15 a 30 minutos de cuatro a cinco
veces por semana. La luz activa la producción de sustancias mensajeras del
sistema inmunológico, que se activan contra los virus y las células cancerígenas.
¡Pero cuidado! Demasiado sol lo debilitará.
Dormí
lo suficiente.
Dormir es bueno. Una parte de las sustancias mensajeras,
que provocan el sueño profundo, también son excelentes para el sistema
inmunológico.
Bajá
el sobrepeso
Está comprobado que el peso de los kilos en exceso
debilita el sistema inmunológico.
Las
grasas correctas
Por día consumí una porción de ácidos grasos
poliinsaturados. Así se elevan los sistemas de defensa y se apoya la curación
de lesiones.
Comé
la cáscara
Si es posible, no peles ni las verduras ni las frutas. Es
mejor lavarlas y cepillarlas bien. La mayor cantidad de vitaminas se encuentran
en la cáscara e inmediatamente debajo de la misma.
Comé
frutas y verduras crudas
Al cocinarse se evapora más de la mitad de la vitamina C
y, al rehogarse, un 40%. Comiendo verdura y fruta cruda se asegura la mayor
cantidad de esta vitamina sensible. Lo mismo sucede con la vitamina B.
No
recalientes ni dejes la comida "en reposo"
Estos procesos son los mayores asesinos de vitaminas. El
mejor procedimiento es cocinar verdura en la menor cantidad de líquido posible.
Prestale
atención al color de la comida
Comé hortalizas con colores fuertes: chauchas verdes,
espinaca, lechuga, repollo verde, tomates, ajíes. Cuanto más intensos los colores,
más sustancias vitales contendrán. Lo mismo rige para la fruta.
No
tomes té negro luego de comer
El té negro estorba la absorción de vitamina B1. Esperá
un tiempo y luego tomá el té.
Yogur
con probíoticos
Contiene bacterias del ácido láctico (bacterias bífidas)
que combaten los gérmenes en el intestino, evitando que pasen a la sangre. Es
importante para la defensa inmunológica: la flora intestinal tiene que tener un
equilibrio entre sus más de 400 cepas de bacterias, que residen allí desde el
nacimiento. Si no te sientan bien los productos lácteos, consumí cápsulas de
bacterias probío u otros alimentos como el chucrut o el kéfir.
Las
proteínas
La carencia de proteínas debilita el sistema
inmunológico. El aminoácido valina es especialmente activo en este sistema.
Ingerí
antioxidantes.
Las dosis: 1 a 3 grs. de vitamina C, 400 mgrs. de
vitamina E natural, 100 a 200 microgramos de selenio 25 a 50 mgrs. de
betacarotenos.
Tomá
diariamente vitamina C
El consumo diario de 3 gramos de vitamina C fortalece las
defensas, acorta la duración de resfríos y mantiene los virus dentro de sus
límites. Estimula, además, la formación de colágeno y anticuerpos.
Tomá
zinc todos los días
Al ingerir entre 25 y 50 miligramos de zinc, los
resfríos son más cortos y de menor intensidad. Comé nueces, cereales integrales
(como el germen de trigo) y lechuga verde, alimentos que lo incluyen.
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