El apio (Apium graveolens) es una
especie vegetal perteneciente a la familia del perejil o el hinojo, las
umbelíferas. Posee tallos estriados que forman una gruesa penca con hojas
acuñadas.
Es
originario de Europa y extremo Oriente. Se encuentra como planta silvestre en
muchos lugares húmedos y pantanosos y como hortaliza se cultiva en muchos
lugares del mundo. Su nombre viene del celta, "apon", que significa
"agua".
Hay referencias de su utilización como
planta medicinal en la medicina tradicional China y en las culturas griega y
romana.
Con
respecto a su uso en la cocina viene desde la antigüedad, ya los egipcios y los
griegos lo consagraban a las divinidades. Los romanos lo consumían en los banquetes funerarios,
depositándose manojos de apio en las tumbas, como homenaje a los muertos.
Es
una planta estacional que encontramos sobretodo en otoño-invierno pero debido a
que se realizan dos épocas de siembra al año, una en invierno y otra en
primavera, podemos encontrarla todo el año.
Con respecto a su valor nutricional, es
un alimento muy ligeroen caloríaspero muy rico en agua, vitaminas y minerales,
por lo que podemos hablar de un alimento regulador del organismo.
Con
respecto a su contenido vitamínico destacan las vitaminas C y E, aunque no
comparable al contenido de la media de las hortalizas. Lo mismo ocurre con los minerales como potasio,
sodio y calcio.
Al
ser rico en potasio, compensa y equilibra la cantidad de sodio de la dieta.
Esta riqueza en sales, junto con la gran cantidad de aceites esenciales, le dan
un sabor muy característico que puede resultar un poco fuerte para aquellos que
no estén acostumbrados a su consumo, pero que proporciona un toque muy original cuando se combina con otros
vegetales en las ensaladas.
Contiene
flavonoides como la miricetina, quercetina y kaempferol (flavonoles), y la
luteolina y apigenina (flavonas), conactividad antioxidante y funciones
biológicas diversas, son vasodilatadores, anticarcinogénicos,
antiinflamatorios, antibacterianos, inmuno-estimulantes, antivirales, etc.
También
cabe destacar su contenido en furanocumarinas biológicamente activas, fundamentalmente la xantotoxina
y el bergapteno, que podrían actuar en la prevención del cáncer, y que también
se han utilizado en el tratamiento de algunas enfermedades de la piel como el
vitíligo o la psoriasis.
Además
contiene un ftálido natural de la semilla del apio (sedanolida), que se usa
como remedio para tratar procesos inflamatorios como la gota o el reumatismo.
Destaca
su función diurética por
su gran contenido en agua y en aceites esenciales, esta propiedad es muy
valorada en las dietas de adelgazamiento para reducir la retención de líquidos.
Los
aceites esenciales, además, poseen propiedades antibacterianas con lo que este
alimento ayuda a combatir
las infecciones en los riñones, ya sea de origen vírico o bacteriano.
Las hojas de apio se utilizan para
tratar ciertas afecciones como el asma gracias a su contenido en apigenina, un
flavonoide con efectos vasodilatadores,que ayuda a oxigenar las células, por
esto, no solo sería bueno para tratar el asma sino también el EPOC (enfermedad
pulmonar obstructiva crónica).
Es
un buen regulador intestinal, capaz de aumentar los movimientos peristálticos
intestinales para ayudar en problemáticas de estreñimiento.
Para
finalizar y antes de pasar a la cocina, advertir que a pesar de sus buenas
propiedades, el apio es un alimento que
contiene muchos oxalatos,por lo que personas con problemas renales graves deberían tener cuidado y no consumirlo
en exceso. Además, no es aconsejable su consumo en mujeres embarazadas
ya que, por su contenido enapiina, puede producir abortos.
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