Es
importante tener en cuenta que cada persona es responsable de sus propias
acciones y decisiones. Es normal que en una relación se den consejos o se compartan
opiniones, pero es importante respetar la autonomía y el libre albedrío de la
otra persona. Es importante tener conversaciones honestas y abiertas en
una relación y tratar de
entender los puntos de vista y necesidades de la otra persona. Sin
embargo, no es saludable
intentar controlar o manipular a la otra persona para que actúe de acuerdo a
nuestros deseos. En lugar de eso, es importante trabajar juntos para encontrar soluciones
mutuas y respetar los límites y los deseos de cada uno.
Humor sobre el tema
Una
mujer fue de compras. Al llegar a la caja, abrió la cartera para pagar. La
cajera vio que allí tenía un control remoto de televisión. No pudo controlar su
curiosidad y preguntó:
__¿Siempre
anda con el control remoto de televisión en su cartera?
Ella respondió:
__No,
no siempre. Pero mi esposo se negó a venir conmigo de compras
porque tenía que ver un partido de
fútbol, así que me traje el control remoto.
*Moraleja*:
Apoye y acompañe a su esposa cuando ella se lo solicite.
La
historia continúa...
La
cajera se rio y le devolvió la mercancía a la señora. Sorprendida, le pregunta
que qué sucedía. La cajera le explica:
__Su
marido ha bloqueado su tarjeta de crédito.
*Moreleja*:
Respeta los pasatiempos de tu esposo.
La historia continúa...
La esposa sacó la tarjeta de crédito de su marido de la
cartera. ¡De seguro no iba a bloquear su propia tarjeta!
*Moraleja*:
No subestimes la sabiduría de tu esposa.
La historia continúa...
Cuando deslizó la tarjeta, la máquina solicitó: INGRESE
EL PIN ENVIADO A SU TELÉFONO MÓVIL.', o sea, ¡al teléfono del esposo!
*Moraleja*:
Cuando un hombre está en riesgo de perder, hasta la máquina es lo
suficientemente inteligente como para salvarlo!
La historia continúa...
La mujer sonrió y sacó el móvil que sonó en su bolso:
¡Era el teléfono de su marido! Ella lo había tomado junto con el control
remoto, para que no la llamara durante sus compras.
Ella compró sus artículos y regresó a casa ¡feliz!
*Moraleja*:
Nunca subestimes a una mujer!
La historia continúa...
Al llegar a casa, su esposo se había ido. Encontró una
nota en la puerta. La nota decía: "No encontré el control remoto. Salí con
los niños para ver el partido. Llegaremos tarde a casa. Llámame a mi teléfono
si necesitas algo".
OJO: Se llevó las llaves de la
casa.
*Moraleja*:
No intentes controlar a tu esposo. Puedes perder el control
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