Mantén vivos tus sueños
del mismo modo como se alimenta sin tregua el fuego de una hoguera.
Ese es en buena medida el secreto de la ya famosa Ley de
atracción: Soñar,
visualizar, creer y agradecer.
El maestro Beethoven quiso desde los 23 años musicalizar la Oda
a la alegría de Schiller.
Mantuvo esa idea viva en su mente y 20 años más tarde la
cristalizó en su novena sinfonía.
Además el mago de Bohn se atrevió a llevar la voz humana a una
obra sinfónica rompiendo los esquemas fijados.
Los críticos, tan
deslenguados, lo vapulearon, pero el público lo ovacionó y La novena sigue
hechizando a millones.
¿Estás dispuesto a nutrir un sueño sin rendirte? ¿Eres
persistente? ¿Quieres mejorar en eso?
Recuerda que ni siquiera
la sordera alejó a Beethoven de su sueño y anímate a conquistar tus metas
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