Secretos que los camareros nunca revelan
“Si alguien me cae mal tardo más
en servirle. Pero no me vengo de nadie escupiendo en la comida o en la bebida”.
Camarera en un conocido restaurante mediterráneo
“Si deseas
comprobar el grado de higiene de un restaurante, estaría bien que visitaras la
cocina, pero mi consejo es que no lo hagas, seguramente no salgas satisfecho”.
Camarero de un restaurante de barrio
La
comida que te sirven en un restaurante por lo general no cuesta ni un tercio de
lo que te cobran. ¿Sabes cuánto pagarás por las rodajas de tomate, hojas de
lechuga y trocitos de queso que te comerás en tu ensalada?
Berenice Bautista, ex camarera de restaurantes en México
El pan que ponemos en la mesa, o los aperitivos que te
ofrecemos estimulan tu apetito.
Ulises, ha trabajado durante 12 años en diferentes
restaurantes
“Lo peor que uno
puede hacer como cliente es ser pesado y caprichoso. ¡Ah! y sentarse en la
única mesa libre que todavía está sin recoger, ¡no falla!”
Eugenia, ex camarera de un restaurante mediterráneo
“Lo que más odiaba
era cuando la gente te pedía las cosas con cuentagotas: les llevabas las
bebidas y te pedían pan, les llevabas pan y te pedían aceite… ¿por qué no todo
de golpe?”
Eugenia, ex camarera de un restaurante mediterráneo
“No
soporto a esos que te tratan como si fueras un pobre tonto que lleva y trae
comida. Yo soy publicista, y ahora me toca trabajar en esto. Pero también me
encuentro con gente agradable”
Camarera de un conocido restaurante italiano
“La gente es experta en pedir los cafés de uno en uno;
cuando pasa eso, muchas veces te vengas tardando un poco más de lo habitual. Y
en grupos grandes en los que cada uno pide un café distinto (descafeinado de máquina,
cortado, con leche fría…) generalmente todos acaban tomando el mismo café; eso
sí, ellos creen que cada uno toma el que ha pedido”.
Cecilia, camarera con ocho años de experiencia.
“Del cien por cien de las
propinas, el sesenta por ciento va para los camareros ‘titulados’ —que suelen
ser muy pocos— y el otro cuarenta por ciento se reparte entre los auxiliares de
camareros y la gente de cocina”.
“Cuando uno va con
frecuencia al mismo restaurante, no dejar propina no sale rentable, porque si
normalmente dejas propina, los camareros te lo agradecerán invitándote al café
o a una copa”.
Cecilia, camarera con ocho años de experiencia
“Hay clientes que están tres horas en el local y sólo han
consumido un par de cafés. Llega la hora de pagar, y tienen tanta prisa que se
ponen de pie en la barra a esperar la cuenta. ¿No podían haberla pedido un
poquito antes?”.
Camarero de La Cafetería
“Ese aperitivo salado que tanto
te gusta no es generosidad; intentamos que tengas más sed para que consumas
algo más”.
María, camarera en un pub irlandés
“En
muchos restaurantes, la tarta de queso casera acaba de llegar en el pedido de
la pastelería. Normalmente los postres no se hacen en el restaurante,
porque requieren mucho tiempo y los cocineros tienen que centrarse en los
primeros y los segundos”.
Cecilia, camarera con ocho años de experiencia
“Todos los establecimientos tienen su plan de marketing.
Los camareros debemos ofrecer entrante y postre para aumentar la cuenta”.
Enrique, camarero de una conocida cadena de restaurantes
“Ponemos
azúcar en la comida de los niños para que les guste más, incluso ponemos extra
de azúcar en la masa de la pizza infantil”.
Camarera en una conocida pizzería
“Vigila
la cantidad de hielos que te ponen en la copa del carísimo whisky que has
pedido. Más hielo significa menos bebida, y tú pagarás lo mismo”.
Barman con cinco años de experiencia
“Si tenemos en la cocina unas gambas que ya no están muy
frescas, las prepararemos al ajillo y nunca a la plancha, de esa forma se
disimula su peor calidad”.
Valentín, maitre de un restaurante mediterráneo
“Si un cliente pide bebidas solamente, el camarero dejará
la carta en la mesa para que caigan en la tentación y acaben pidiendo mucho más
de lo que tenían previsto”.
Cecilia, camarera con ocho años de experiencia
“No te fíes de las sugerencias del maitre. Si es un plato
que no viene en la carta, entonces sí, porque seguramente sea un pescado que
estaba a muy buen precio o algo así, pero si es un plato de la carta y el
maitre insiste mucho, es que tiene orden de venderlo porque está al límite; no
malo, pero a punto de estarlo”.
Cocinero con más de seis años de experiencia
“Para
intentar que consumas más te invitaré a la primera copa; seguro que luego
vendrá otra”.
Camarera
en un restaurante italiano
En el “backstage”
“Si buscas trabajo en un restaurante, evita el tren de
lavado. Trabajarás a 60 grados, con una humedad tremenda y comprobarás por qué
tantas veces hay que cambiar los cubiertos…”
Enrique, camarero de una cadena de restaurantes
“Los cocineros preparan la gran mayoría de los platos a
primera hora y los mantienen calientes con enormes bandejas de agua. Justo
antes de servirlo, le dan el toque final”.
Camarero de una cadena de comida rápida
“Para
preparar los postres nos guiamos por unas fotos explicativas y, la verdad, es
curioso ver lo que paga una persona por algo que al restaurante le cuesta tan
poco. Por eso, si me has caído bien y nadie me ve, intentaré poner una bola más
de helado en tu batido”.
Camarero de VIPS
“La comida que sobra en una mesa se tira y la que no se
ha servido se utiliza para las comidas del personal”.
Camarera de un restaurante italiano
“Cuando un cliente pedía un vino de gran calidad, tipo
reserva, carísimo, y se marchaba dejando la mitad o un cuarto de botella,
nosotros, por supuesto, nos lo bebíamos en la cocina todos juntos, acompañado
de alguna croquetilla. En teoría no se puede comer mientras se trabaja, pero
siempre cae algo”.
Sara, ex camarera de Tony Roma’s y del restaurante
Villamaría
“Al contrario de lo que piensa
mucha gente, no es un trabajo nada mecánico; tienes que estar pensando todo el
rato: uno ha pedido más pan, otro la sal, y si no estás atenta se te acaba
olvidando. El tiempo se pasa volando”.
Sara, ex camarera de un conocido restaurante americano y
de un local mediterráneo
“Lo
mejor para calcular la cantidad de comida que se va a consumir es tener muchas
reservas. Así, de los platos que salen mucho se prepara casi uno por persona.
Con los menos demandados, basta con cuatro o cinco raciones”.
Cocinero con más de seis años de experiencia
“Nosotros también sucumbimos al poder de la fama. Cuando
atiendo a alguien famoso, no le pido autógrafos ni nada parecido, pero sí
intento ser más amable y servirle muy bien para ver si charla un rato conmigo o
me hace alguna confidencia”.
Camarera en un conocido restaurante
“¿Quieres reconocer a un camarero? Fíjate en el músculo
que tienen entre los dedos pulgar e índice de la mano izquierda. Cargar con
platos constantemente hace que se desarrolle mucho más que al resto de la
gente”.
Sara, ex camarera de Tony Roma’s y del restaurante
Villamaría
Los
niños dejan todo hecho una cochinada, creo que debería existir una ley que
obligara a los padres a dejar propina extra en caso de que su hijo tire la
comida o rompa un vaso.
Sylvana Rosas, camarera de restaurante mexicano
“Zapatero
a tus zapatos”. No pidas gambas en un restaurante de carne, o carne en una
marisquería.
Ex camarero y gerente de una marisquería
Cuando quieras saber cuánta higiene hay en el local pide
que te enseñen el baño de los empleados.
Ex camarero y gerente de un prestigioso restaurante
En
una fiesta de jóvenes, atender la mesa de los amigos de la quinceañera es lo
peor que nos puede pasar, porque piden mucho y nunca dejan propina.
Patricia Chavarría, camarera de banquetes
Lo
mejor es dejar la propina en efectivo y en mano. Si la dejan en la mesa hay que
recogerla rápido y estamos ocupados.
Camarera de una cadena de restaurantes
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