No
siempre la mujer ha tenido un papel visiblemente con la misma importancia que
el hombre, normalmente el encargado de hacer llegar el dinero al hogar.
En la actualidad nosotras podemos optar a los
mismos trabajos que los hombres, pero quizá no con las mismas condiciones o
ingresos que ellos, algo que por desgracia no se ha eliminado por completo de
nuestra sociedad.
La mujer de ahora puede tener una vida laboral
fuera de casa y ser la cabeza de familia, siendo ella la encargada de aportar
el dinero; o siendo de nuevo la mujer que trabaja en la casa, pero aún así,
siendo la que marca el ritmo, la que hace que las cosas sean medianamente
posibles y siendo la responsable de aspectos tan básicos como la comida.
Son el mejor ejemplo a seguir del continuo
trabajo, ya que en muchas casas se podría decir que ella es la que trabaja los
365 días del año sin vacaciones y sin recibir un salario por esta labor, pocas
veces considerado realmente un trabajo. Algo que no ha variado lo suficiente en
todos estos años, ya que todavía hay quien piensa que la mujer es la débil por
lo que se debe dedicar exclusivamente a las labores del hogar y a cuidar de los
hijos.
Una
postura que hace 60 años era la normal. Aquella mujer de entonces que madrugaba
para recorrer un largo camino hasta sus tierras y poder ayudar así a su marido,
para después volver y mantener la casa limpia, preparar la comida y cuidar de
los niños.
O aquella que debía pasarse horas y horas
aprendiendo a coser, una de las clásicas propuestas de empleo para la mujer en
aquellos tiempos y que su labor con los hijos no era premiada con algún tipo de
reconocimiento.
Todas aquellas mujeres que
decidieron no ser más que la compañera de un hombre, aprisionadas por los
pensamientos de la población de ser señaladas si no cumplían con el típico
modelo de la mujer de su época.
Pero poco a poco ellas se hicieron un hueco en
la sociedad para plantar cara a todos aquellos que las veían como míseras
mujeres, reclamando así, que somos una pieza importante en este mundo y que
servimos para algo más que limpiar y cambiar pañales.
Y en estos días, lo mejores ejemplos están en
nuestras propias casas.
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