Hay
varias maneras de hacer el trabajo menos aburrido:
Trata de encontrar
una tarea que te apasione o que te interese. Si te gusta lo que estás
haciendo, es más probable que no te sientas aburrido.
Trata
de variar tu rutina diaria. Haz cosas diferentes cada día o cada semana
para evitar la monotonía.
Haz
pausas regulares para descansar y relajarte. Esto te ayudará a mantener
tu energía y tu atención durante el trabajo.
Trabaja
en equipo o colabora con otros. Esto te ayudará a sentirte más conectado
con tus compañeros y te ayudará a mantener la motivación.
Utiliza
herramientas o técnicas de productividad para hacer el trabajo más eficiente.
Esto te permitirá terminar tus tareas más rápido y te dará más tiempo para
hacer otras cosas que te gusten.
Haz ejercicio
regularmente y mantente activo. El ejercicio te ayudará a mantener tu
energía y te ayudará a sentirte mejor contigo mismo.
Haz
cosas que te gusten fuera del trabajo. Mantener un equilibrio entre el trabajo
y la vida personal te ayudará a sentirte más satisfecho y menos aburrido en el
trabajo.
REFLEXION
Antes
de que tome la decisión de botarse por la ventana de esa oficina que lo ahoga,
lo cansa y le genera infelicidad, tómese un minuto, respire profundo y
reflexione.
Nada
saca con desesperarse y refunfuñar por ese trabajo que le tocó en suerte;
entienda que eso no solo
lo distrae y lo enferma, sino que ese mal ánimo puede traducirse en un regular
desempeño laboral.
Mejor
dicho, el único que queda mal es usted. Así que ármese de paciencia y, mientras encuentra el
empleo de sus sueños, esfuércese por mejorar su entorno laboral.
Hable.
Si, como dicen las señoras, “no se halla” en su trabajo, trate, con la mano en
el corazón, de definir las razones de esa desazón.
Si
estas se relacionan con un mal ambiente laboral o con las funciones que
desempeña, explore la oportunidad de hablarlo con su jefe.
Quién quita que el problema tenga remedio...
Su
cuerpo y su mente tienen límites; quien trabaja aburrido y de mala gana tiende
a rendir poco.
En consecuencia, lo más probable es que deba laborar el
doble, en un espacio que es poco grato.
Así que planifique
sus actividades y defina
horarios que incluyan pausas y descansos efectivos.
Si todavía alberga el sueño de administrar una isla en el Caribe, de
ser cónsul en las Bahamas
o de convertirse en el reportero
del clima en Cadaqués, quéjese menos y empiece a trabajar en función de eso.
Un buen primer paso es generar un cronograma de metas que pueda cumplir.
Empiece
con las más sencillas y a medida que vaya cumpliéndolas, aumente la
dificultad del reto. Se sorprenderá de lo que puede lograrse de esta manera.
Invierta
sus periodos de descanso en actividades que sean gratas para usted y que
le permitan liberar todo el estrés que le genera su trabajo.
Así le
ayuda al cuerpo a recuperarse y pone su mente a pensar en otras cosas.
SI SIENTE QUE ESE ABURRIMIENTO TRASCIENDE EL ESPACIO LABORAL Y ESTÁ
AFECTANDO SU VIDA DIARIA Y SUS RELACIONES CON LOS DEMÁS, MEJOR CONSULTE CON UN ESPECIALISTA.
PUEDE TRATARSE DE OTRA COSA.
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