En los albores de la aviación el
fuselaje de los avioncitos era de lona y en esa época sucedió la siguiente
historia:
Un
joven piloto inglés probaba
un frágil monomotor en una peligrosa aventura alrededor del mundo y
salió de la India.
Alzó el vuelo y, ya lejos, oyó un ruido extraño atrás de su asiento.
Entonces se dio cuenta que había un
ratón a bordo.
El animal roía la cobertura de lona, podía destruir su frágil avión y su vida estaba en gran riesgo.
No había un aeropuerto cerca y tenía que librarse de su peligroso e inesperado pasajero.
De repente recordó que las ratas no resisten las grandes alturas.
Volando cada vez más alto cesó el ruido y el peligro.
Bien, ahora ya sabes qué hacer ante las plagas de la crítica ruin, la envidia y los juicios desalmados.
En lugar de bajar el ánimo solo vuela más alto.
Elévate porque las ratas no resisten las alturas.
Alzó el vuelo y, ya lejos, oyó un ruido extraño atrás de su asiento.
El animal roía la cobertura de lona, podía destruir su frágil avión y su vida estaba en gran riesgo.
No había un aeropuerto cerca y tenía que librarse de su peligroso e inesperado pasajero.
De repente recordó que las ratas no resisten las grandes alturas.
Volando cada vez más alto cesó el ruido y el peligro.
Bien, ahora ya sabes qué hacer ante las plagas de la crítica ruin, la envidia y los juicios desalmados.
En lugar de bajar el ánimo solo vuela más alto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios